Los resultados de un reciente estudio concluyen que los reproductores de audio digital podrían provocar alteraciones en el funcionamiento de los marcapasos cardíacos. A pesar de que estos dispositivos están protegidos de las interferencias producidas por la mayoría de los aparatos eléctricos, es importante que las personas portadoras de un marcapasos o desfibrilador tomen algunas precauciones con elementos tan habituales como los teléfonos móviles o los dispositivos antirrobo de los almacenes.
Un estudio ha analizado el potencial de interferencia de reproductores de música digital en 100 pacientes con una edad media de 77 años, portadores de un marcapasos. Para ello, se utilizaron cuatro iPods diferentes (un reproductor MP3 de tercera generación, un video iPod, una foto iPod y un iPod Nano). Cada iPod se situó entre cinco y diez segundos a 5 centímetros del marcapasos mientras un técnico monitorizaba el dispositivo y el electrocardiograma del paciente. Se detectaron interferencias eléctricas la mitad de las veces que el iPod se acercaba a menos de 5 cm del pecho del paciente y en una ocasión, el marcapasos dejó de funcionar.
El análisis fue realizado por Jay Thaker, un estudiante estadounidense de secundaria de 17 años. El joven, que efectuó el trabajo en el marco de una investigación escolar, contó con la asesoría de Krit Jongnarangsin, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de Michigan (EEUU). Los resultados se han hecho públicos en el reciente encuentro anual de la Heart Rhytm Society en Denver, Colorado.
Marcapasos sensibles
Los dispositivos cardiacos incorporan características que los protegen de las interferencias producidas por la mayoría de los dispositivos eléctricos. No obstante, son sensibles a las interferencias de determinados campos eléctricos o magnéticos. Los pacientes portadores de un marcapasos o desfibriladores cardioversores implantables deben seguir una serie de precauciones a fin de evitar interacciones. En condiciones normales, no existe ningún problema en el uso de aparatos como abrelatas eléctricos, aspiradoras, buscapersonas, camas de bronceado, cojines y mantas eléctricas, fotocopiadoras y equipos de fax, microondas, juegos con láser, mandos de control remoto (TV, puertas de garaje o equipos estéreo, entre otros), máquinas de afeitar eléctricas, ordenadores, reproductores de CD y DVD.
Los portadores de marcapasos o desfibriladores deben evitar permanecer cerca de dispositivos antirrobo de grandes almacenes y bibliotecas públicas
Las vallas eléctricas no generan problemas, como tampoco las torres de radio y TV, siempre que se mantengan fuera de las áreas restringidas. Otros aparatos que deben ser usados manteniéndose a más de 30 cm del dispositivo son altavoces estereofónicos, cortacéspedes, herramientas de taller, herramientas sin cable alimentadas con pilas, máquinas expendedoras, motosierras y sopladoras de hojas o de nieve. El alternador de un coche en marcha genera grandes campos magnéticos que pueden afectar al dispositivo, por lo que no se recomienda inclinarse sobre un motor en funcionamiento.
Los portadores de marcapasos y desfibriladores deben evitar permanecer cerca de los dispositivos antirrobo de las puertas de los grandes almacenes y bibliotecas públicas ya que pueden ocasionar un mal funcionamiento. Es recomendable atravesar estos dispositivos antirrobo a un paso normal. En cuanto a los aeropuertos, aunque los arcos de seguridad no dañan el marcapasos, es necesario informar al personal de seguridad de que se lleva un dispositivo. Los bastones de seguridad pueden afectar temporalmente por lo que, si es posible, es mejor no utilizarlos. También algunos dispositivos médicos, como la resonancia magnética, pueden alterar el funcionamiento del dispositivo. También debe evitarse la diatermia, la electrocauterización y la radioterapia o, en caso de ser imprescindibles, tomar precauciones especiales.
Precauciones con el móvil
En determinadas circunstancias, el teléfono móvil puede generar interferencias en los marcapasos. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos turcos tras llevar a cabo un ensayo con un total de 679 pacientes con marcapasos cardiacos permanentes. Los autores, de la Universidad de Cumhuriyet, probaron dos tipos de teléfonos que fueron colocados de forma simétrica a ambos lados del marcapasos con las antenas situadas a una distancia de 50, 30, 20 y 10 cm. Los datos muestran que en un 37% de los casos hubo interferencias cuando el móvil se puso en funcionamiento.
La mitad de las alteraciones se produjeron cuando el móvil se empleó a 10 cm del marcapasos. Los especialistas, cuyo estudio se recoge en la International Journal of Cardiology, aconsejan que el teléfono se sitúe a una distancia de 20 cm o que se emplee en el lado contrario del lugar donde está el dispositivo cardiaco. Para reducir las posibilidades de interacción, debe haber una distancia mínima de 15 cm entre móvil y el dispositivo, aunque si el teléfono transmite a más de 3 vatios, la distancia debe aumentarse a 30 cm.
No es recomendable llevar el teléfono móvil en el bolsillo del pecho o en un cinturón que se encuentren a una distancia menor a la que se aconseja. Estas precauciones se refieren únicamente a los teléfonos móviles y no a los teléfonos inalámbricos habituales en los domicilio, aunque también hay que evitar colocarlos directamente sobre el aparato. Los expertos insisten en que no existen motivos para la alarma y que la interferencia es temporal, y que el dispositivo cardiaco vuelve a funcionar correctamente cuando se aleja del teléfono.
A pesar de que el uso de teléfonos móviles en los hospitales está prohibido, no hay evidencia de que causen interferencias con los dispositivos médicos, según revela un estudio efectuado en la Clínica Mayo de Rochester (EEUU) y publicado recientemente en la revista Mayo Clinic Proceedings. Los autores probaron dos tipos de teléfonos móviles cerca de 192 tipos de aparatos médicos distintos y no se registró ningún tipo de interferencia. No obstante, indican que los aparatos de música portátiles para escuchar CD pueden causar lecturas anómalas en registros de electrocardiografía si se emplean cerca de estos aparatos en cuestión.
El uso masivo de la telefonía móvil ha hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tenga en consideración los riesgos que pueda comportar para la salud pública. La OMS señala, según estudios epidemiológicos efectuados, que no se han encontrado pruebas concluyentes de que la exposición a los campos de radiofrecuencia, como los emitidos por los teléfonos móviles y sus estaciones base, incremente el riesgo de cáncer o de cualquier otra enfermedad. Si bien se han descrito efectos como alteraciones de la actividad cerebral, de los tiempos de reacción y de las características del sueño, son consecuencias menores y aparentemente carecen de importancia desde el punto de vista de la salud. Pese a la falta de evidencia, la OMS ha identificado algunos aspectos en los que es necesario seguir investigando. En este sentido, se han invertido más de 250 millones de dólares para estudiar los efectos de la radiofrecuencia sobre la salud, aunque tardarán unos años en publicar los resultados.