Llegar a los cien años o superarlos es lo que han logrado cerca de 10.000 personas centenarias que se calcula que viven en España. ¿Cómo lo han logrado? ¿Cuál ha sido su régimen de vida y los secretos para conseguirlo? Descubrirlos es el objetivo del Registro Nacional de Centenarios de España (RENACE), una iniciativa que se ha impulsado en nuestro país para conocer la realidad de esta población de ancianos que, hasta ahora, apenas se ha analizado en profundidad o se ha estudiado de forma parcial.
«Juventud, divino tesoro», decía en sus versos el poeta Rubén Darío. Pero, ¿y si el tesoro fuera tener una vida larga? En algunas partes del mundo, como la India o la Isla de Okinawa (región japonesa donde la población es muy longeva), se venera a los ancianos como si fueran un auténtico regalo, ya que vivir muchos años y hacerlo con calidad de vida no está escrito en los genes ni en el destino de todo el mundo. Este deseo tan anhelado por muchos se ha hecho realidad para un grupo poblacional que, poco a poco, va en aumento: el de las personas centenarias. Se calcula que solo en España residen unas 10.000.
¿Cómo llegar a los 100 años?
La ausencia de obesidad y una resistencia especial frente a determinadas enfermedades infecciosas ayudan a vivir más
Su longevidad extrema responde a un cúmulo de factores. De forma resumida, podría decirse que la combinación maestra de su larga vida consiste en gozar de una buena genética, pero también de un buen sistema sanitario y un medio ambiente adecuado; disponer de agua potable y seguir estilos de vida saludables (basados en una dieta sana y el ejercicio físico); estar libres de toxinas y elementos especialmente agresivos, como los tóxicos, entre los que figuran el alcohol y el tabaco; vivir amparados por medidas de protección de la salud rigurosas (que a nivel europeo, se puede reflejar a través del etiquetado de los productos); y disfrutar de buenas medidas de seguridad vial que eviten los accidentes de tráfico, según informa Juan Martínez Hernández, director de RENACE y responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Carlos III, de Madrid.
A todo este abanico de factores, cabe sumar la ausencia de obesidad y tener una resistencia especial frente a determinadas enfermedades infecciosas, «pero no sabemos qué peso específico o qué importancia tiene una variable sobre la otra», añade Juan Antonio Trigueros Carrero, coordinador de Investigación de la Fundación para la Investigación y la Formación de la Sociedad Española de Médicos Generales (FIF-SEMG).
RENACE, un análisis en profundidad
¿Pero cuál de estas claves de la longevidad es más importante? ¿Hay otras? Para estudiarlo en profundidad, se ha impulsado el Registro Nacional de Centenarios de España (RENACE), una idea original de Juan Martínez Hernández, propuesta a la SEMG y que ha sido bien acogida por la FIF-SEMG, que se encargará de financiar esta ambiciosa investigación y de colaborar en ella. Hasta el momento, se han sumado a él más de 300 médicos colaboradores de la SEMG (que cuenta con una red de 6.000 médicos), que buscarán entre su cupo (grupo de pacientes asignados) a centenarios que, de forma voluntaria, quieran participar en este estudio.
La captación de centenarios se tendrá que realizar de forma proactiva, pues «son un colectivo muy poco estudiado, porque no acude a la consulta». «Nuestra percepción es que no necesitan muchos cuidados médicos. Los ancianos de este segmento de población no padecen muchas enfermedades crónicas, no tienen patologías por las que demandar asistencia y están muy dispersos. Es raro que un médico tenga más de uno o dos centenarios en su cupo», explica Trigueros.
El objetivo de RENACE es estudiar de forma global y profunda todas esas claves de la longevidad extrema y cómo alcanzarla con calidad de vida, es decir, libres de enfermedad, a partir de la población de personas centenarias que los médicos identifiquen. Es la primera iniciativa que coordina a especialistas de distintos ámbitos, como médicos (clínicos), epidemiólogos e investigadores básicos (bioquímicos y genetistas), para hacer ese importante análisis de la supervivencia y aportar claves que puedan servir a la población para vivir más años sin perder calidad de vida.
Su primer objetivo será efectuar un estudio descriptivo de la realidad clínica, epidemiológica y social de los centenarios, es decir, de su salud, su nivel de independencia, su estado cognitivo, su salud percibida y su entorno social inmediato, explica Martínez. Para ello se recopilarán muestras biológicas, con previo consentimiento informado, de los pacientes centenarios, que se enviarán por mensajería a la Colección de Muestras Biológicas y que guardará Jesús Pintor, catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid, con fines de investigación.
Pintor, líder en investigación de la bioquímica del ojo, será el encargado de realizar un estudio genético pionero en centenarios (nunca antes se ha hecho en esta población) sobre los polimorfismos genéticos (o variantes genéticas) de las cataratas, el ojo seco y el glaucoma en los “súper-ancianos”. Pero este es solo un ejemplo ya que, a partir de las muestras biológicas obtenidas, se podrán estudiar muchos otros aspectos.
La realización de tantos estudios será posible porque esas muestras se podrán fraccionar, de forma que, con una sola extracción sanguínea, se puedan conseguir muestras alicuotas (partes proporcionales de la muestra total) y efectuar más de 10 o 12 estudios bioquímicos. A través de los análisis se podrá determinar qué han comido estos ancianos durante su vida y a qué tóxicos ambientales han estado expuestos, en definitiva, qué tienen que sea diferente respecto al resto de la población. Los datos de los centenarios se incluirán de forma anónima y confidencial, para que ningún hallazgo pueda vincularse de manera directa a ninguno de ellos, destaca Martínez.