Buenas noticias. Apenas unas semanas después de que los virólogos alertaran de que el virus de la gripe aviar actualmente en circulación estaba mutando, y que como consecuencia el antiviral Tamiflu dejaría muy probablemente de resultar eficaz, la Comisión Europea ha aprobado la primera vacuna pre-pandémica contra este virus disponible. Sin embargo, los gobiernos europeos aún no se han manifestado acerca de la cantidad que comprarán y a quién se administrará.
La nueva vacuna, llamada Prepandrix, ha sido desarrollada por la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) y protege contra la cepa del virus de la gripe que contiene los antígenos H5N1. Es el virus que circula ahora entre las aves, y uno de los varios de la gripe contra el que la especie humana no tiene defensas naturales. Originarios probablemente del sudeste asiático, los virus H5N1 se han extendido al Oeste de Asia, a África y a países de Europa oriental, causando brotes muy contagiosos y letales en aves de corral y estableciéndose en aves silvestres.
Subtipo H5
En cuanto a los humanos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce 382 infecciones desde 2003, que han producido 241 muertes. Aunque el contagio entre humanos aún es complejo -hay pocos casos documentados-, los virólogos creen que esto podría cambiar en los próximos años, a medida que el H5N1 mute. Creen, por tanto, que es la cepa que con más probabilidad podría provocar la próxima pandemia de gripe humana. De ahí que GSK la haya escogido para la vacuna. Pero es sólo una apuesta.
Como explica Juan Ortín, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid, «nadie sabe aún qué virus será el causante de la próxima pandemia, es imposible conocer esta información. Con esta vacuna, y siempre que el virus sea del subtipo H5, se espera que proporcione cierta protección». Por eso es una vacuna pre-pandémica y no la vacuna que con certeza protegerá contra una eventual pandemia. Los virus de la gripe pueden tener 16 subtipos distintos de antígeno H, entre ellos el H5. Pero luego hay múltiples cepas de cada subtipo.
La vacuna puede producir algunos efectos secundarios leves, como dolor de cabeza, cansancio, fiebre o dolor muscular y de articulaciones
Para que una vacuna sea efectiva debe atinar en su protección contra el subtipo adecuado y la cepa adecuada. La vacuna ahora aprobada ofrece protección contra la cepa llamada A/Vietnam/1194/04, detectada en aves de Asia, Europa y África, del subtipo H5N1. Pero el optimismo de los expertos se basa sobre todo en que, según GSK, la vacuna también es efectiva contra otras variantes emparentadas de H5N1. «Por primera vez las autoridades han aprobado una vacuna pre-pandémica. Hemos demostrado que incluso si el H5N1 muta en una cepa diferente la vacuna aún es efectiva», ha explicado Jean-Pierre Garnier, ejecutivo de GSK.
Respuesta inmune adecuada
La vacunación con Prepandrix será, declaró Garnier, como entrenarse para los Juegos Olímpicos: «no significa que uno vaya a ganar la medalla de oro, pero si te entrenas tendrás un sistema mucho mejor. Nuestra vacuna puede hacerte más resistente a la pandemia». El experto reconoció, no obstante, que si la eventual pandemia está provocada por un virus muy diferente de H5N1, Prepandrix no protegerá y habrá que hacer una nueva preparación. La Agencia Europea del Medicamento recomendó el pasado febrero la autorización de Prepandrix.
En concreto, la Agencia señala que Prepandrix puede generar una respuesta inmune apropiada en individuos desprotegidos contra la cepa de que está hecha. «Se asume que proporcionará una cierta protección clínica contra las cepas que causarán la próxima pandemia». Añade que el preparado puede producir algunos efectos secundarios leves, como dolor de cabeza, cansancio, fiebre o dolor muscular y de articulaciones. Los gobiernos europeos deberán ahora decidir si optan por almacenar dosis de la vacuna para cuando se produzca un brote, o comenzar programas de vacunación masiva.
En este caso podrían considerar el dar prioridad a grupos de riesgo, como trabajadores sanitarios o de granjas avícolas, por ejemplo. El año pasado Finlandia y Suiza hicieron ya sus primeros encargos a GSK, incluso antes de la aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento. El Ministerio de Sanidad español aún no se ha pronunciado. Según recoge la revista «Nature», las ventas de Prepandrix alcanzaron, en 2007 en todo el mundo, los 284 millones de dólares.
Vacunas «simulacro»
La vacuna pre-pandémica no es la única estrategia que la OMS promueve para prevenir una nueva pandemia de gripe. El año pasado fueron aprobadas en Europa dos vacunas llamadas «simulacro», que tienen por objetivo «agilizar la aprobación de una vacuna en caso de una pandemia», exlica Ortín. La idea es tener lista una vacuna con una cepa distinta de las usadas en las vacunas anuales actuales, para luego poder actualizarla rápidamente «en unos días», cuando se sepa exactamente qué cepa ha causado por fin la pandemia.
Así, las compañías presentan a la Agencia Europea del Medicamento un expediente que describe todo el proceso de producción de la vacuna «simulacro». Una vez evaluado e informado positivamente este expediente, se autoriza el registro como vacuna antigripal pandémica. En una situación futura, cuando la OMS declare una pandemia indicará la cepa que debe incluirse en la vacuna «simulacro», que a partir de entonces pasa a ser pandémica. Los laboratorios fabricantes sólo tendrán entonces que presentar una solicitud de variación del expediente. No obstante, las vacunas simulacro no están pensadas para ser compradas y almacenadas en grandes cantidades por los países.
Otro frente de ataque contra la gripe aviar son los antivirales. Son medicamentos que no inducen al organismo a reaccionar contra el patógeno, sino que simplemente son compuestos químicos capaces de neutralizar alguna función del virus y así reducir su capacidad para reproducirse en el huésped. Es el caso del Tamiflu (cuyo principio activo es el oseltamivir), comprado en grandes cantidades por varios países, incluido España. El problema con los antivirales es que ejercen una presión selectiva sobre los virus y estimulan sus mutaciones, hasta que aparecen mutantes resistentes.
Eso es lo que, según un grupo de expertos que han publicado este mes su trabajo en “Nature”, ha empezado a ocurrir con el Tamiflu. En cambio, otro antiviral, Relenza (zanamivir), parece conservar su poder contra el virus. Los autores se preguntan si convendría tener almacenado más de un antiviral, en este caso una combinación de Tamiflu y Relenza.
No en vano, en el informe del CSIC sobre gripe aviar, coordinado por Juan Ortín, se recuerda la importancia de los antivirales: “serán la única arma para hacer frente a la pandemia en sus estadios iniciales. Serán útiles para retrasar la extensión de la pandemia y para utilizarlos de forma profiláctica y terapéutica antes de que se disponga de una vacuna eficaz. No obstante, hay que tener en cuenta que al no saber cuál será el virus pandémico, su efectividad real sólo se podrá comprobar cuando se declare la próxima pandemia”.