La Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha decidido volver a considerar la aprobación de los implantes de silicona para prótesis mamarias, utilizadas en España desde hace años bajo regulación del Ministerio de Sanidad y Consumo y la Comunidad Europea. El debate se reabre. ¿Son realmente seguras? ¿Se rompen tan fácilmente como aseguran? ¿Se pone en peligro la salud de la mujer? ¿Qué más usos se pueden dar a los implantes de silicona?
Tipos, control y seguridad
La polémica está servida, aunque “la realidad es mucho más simple”, asegura el Dr. José Manuel Pérez Macías director de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y reparación (SECPRE). Y es que las alarmantes noticias, procedentes de Estados Unidos, en las que se asegura que estudios científicos han demostrado que las prótesis mamarias no tienen una vida superior a los 10 años y pueden suponer un peligro real para la mujer que las lleva, “se basan en estudios realizados a las conocidas como prótesis de segunda generación, las que se colocaban en la década de los 80 y que poco tenían que ver con las que se utilizan ahora, las de cuarta generación”, explica en doctor Pérez Macías. Esas prótesis de segunda generación sí se pueden considerar peligrosas, ya que llevaban un gel no cohesivo, es decir, bastante líquido, rodeado de finas capas antidifusoras, fáciles de romperse, con lo que se facilita la salida del gel.
Hoy en día, las prótesis de silicona han mejorado considerablemente, hasta el punto de poder asegurar “que son completamente seguras, lo que se ha comprobado después de múltiples estudios que se han realizado tras haber sido cuestionadas durante años”, explica el doctor Enrique Bassas, especialista en cirugía plástica de la Clínica Teknon de Barcelona y uno de los socios fundadores de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
Ello se debe a que las prótesis actuales llevan en su interior un gel de silicona cohesivo, mucho más compacto, y con la ventaja de que no se sale en caso de rotura. Estas prótesis, que en España se utilizan desde el año 2000, tienen varias capas de silicona y entre ellas hay sustancias antidifusoras del gel. “Si por casualidad, por mucha casualidad, se saliese algo de gel, las barreras antidifusoras cortarían su paso y éste se quedaría entre la prótesis y la cápsula (tejido cicatrizal) que se forma en el organismo humano siempre que se introduce en él un cuerpo extraño”, detalla el doctor Pérez Macías.
Gracias a estas innovaciones, la seguridad de este tipo de prótesis está prácticamente asegurada “aunque siempre es necesario valorar los pros y los contras de cada paciente”, recomienda el doctor Joaquim Suñol, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de Barcelona. Y es que “toda intervención tiene sus riesgos. Y, los implantes de silicona, en general, no son una excepción: un campo quirúrgico donde se ha implantado una prótesis puede infectarse; la prótesis puede desplazarse durante el proceso normal de cicatrización; con el tiempo, una prótesis dura en contacto con el hueso puede crear una muesca o depresión en el hueso en el que se apoya”.
Por todo ello, el Ministerio de Sanidad y Consumo y la Comunidad Europea deben aprobar todos los rellenos de silicona que salen al mercado para usos estéticos. Las casas comerciales mandan al Ministerio el número de referencia de la prótesis, junto a los datos del paciente, de manera que este último siempre pueda ser localizado y se lleve un exhaustivo control de los productos que se venden. Además, la SECPRE y el Ministerio de Sanidad trabajan juntos en un registro de este tipo de implantes.
Duración de las prótesis
La vida de las prótesis de silicona es bastante más larga de lo que se sugiere y es que “en principio, estos implantes se ponen para toda la vida, aunque es cierto que se desconoce cuál es la duración de un implante dentro del cuerpo humano”, comenta el Dr. J. Benito, director de la Clínica Estética Dr. Benito de Barcelona, a lo que añade que “se comenta que a partir de los 8 ó 10 años el riesgo de rotura aumenta, pero esto se basa en estudios que han sido realizados con prótesis antiguas”. Afirmación que corrobora el doctor Pérez Macías quien reconoce que “a título personal, como profesional privado, en 26 años si hubiera tenido que cambiar prótesis habría cambiado las de todas mis pacientes, y no ha sido el caso”.
Cuando se habla de que el 90% de los implantes mamarios no superan los 10 años “no se refiere a que el implante se rompa o no dure diez años, sino a que el 90% de las pacientes operadas de implante mamario, a los diez años presenta algún tipo de alteración en sus mamas, que puede ser muy leve, como una pequeña contractura que muchas veces el paciente puede no notar y lo percibe el cirujano”, detalla el Dr. Suñol.
En cuanto a si son o no peligrosas para la salud, “pese a que existen estudios en los que se intenta asociar enfermedades auto inmunes a la utilización de implantes de cualquier tipo, no se ha demostrado de manera fehaciente que una rotura de implante mamario tenga que dar problemas de salud a nivel general”. De hecho, “este tema fue estudiado y rebatido hace años cuando se insinuó su posible relación con el cáncer de mama u otras enfermedades. Se llevó una amplia investigación a nivel mundial y en ningún caso se pudo demostrar dicha relación”, confirma el Dr. Bassas.
Lo que sí se ha demostrado es que “los implantes no impiden la realización de mamografías, aunque hay que avisar a quien realiza la exploración, ya que se tienen que hacer maniobras de desplazamiento de la prótesis para poder visualizar correctamente la mama”. De ahí la importancia de su colocación: si se pone debajo del músculo y la glándula se desplaza, no interfiere en la revisión mamaria. Sin embargo, si se coloca encima del músculo, ésta desplaza la mama, al tiempo que se desplaza la prótesis y no se permite llevar a cabo una exploración adecuada. “Esta colocación no interfiere para nada en el caso de las resonancias magnéticas, radiografías o TAC”, corrobora el doctor.
Tipos de relleno, usos y precios
“Los implantes de fabricados con silicona de grado médico tienen multitud de usos en casi todas las especialidades quirúrgicas. La silicona médica es inerte y causa muy poca reacción de cuerpo extraño cuando es implantada en un organismo vivo”, precisa el doctor Suñol.
Actualmente, los implantes mamarios de silicona que se utilizan en todo el mundo, excepto en Estados Unidos, llevan un relleno que puede ser de tres tipos: de suero fisiológico (se hinchan en el momento de la intervención), de gel de silicona fluida y de gel de silicona más firme (gel cohesivo), que es el que se tiende a utilizar cada vez más.
Pero su uso no está delimitado a las mamas. Los implantes de silicona se emplean en diferentes especialidades quirúrgicas, y se utilizan para tratamientos muy variados. “Es habitual utilizarlos para el aumento de pantorrillas y muslos, donde tienen un efecto realmente bonito”, comenta el doctor Pérez Macías, así como para los glúteos, “ya que hay mujeres que tienen la parte trasera muy plana y con un poco de silicona se le da forma”.
Además, cada vez es más frecuente emplear la silicona para la reconstrucción de defectos cutáneos después de la cirugía oncología en cualquier zona del cuerpo, así como para el mentón o barbilla, los implantes de pómulos, e incluso, “en cirugía traumatológica se utilizan prótesis para reconstruir las articulaciones de los dedos que están íntegramente fabricadas en silicona sólida”, detalla el doctor Suñol.
Todo debe hacerse con precaución y siempre bajo supervisión de un profesional, ya que como previene el doctor Joaquim Suñol, “la silicona no es el material de implante ideal porque en ocasiones puede dar problemas (contractura de la cápsula del implante, rotura, extrusión en zonas de piel muy delgada, etc.) Por ello se sigue investigando, para descubrir materiales de implante que puedan aportar aun mayor seguridad y minimizar aún más los riesgos potenciales”.
Respecto al precio de las prótesis mamarias, el Dr. Vicente Paloma, de la Clínica Cirugía Estética de Barcelona, explica que “las prótesis cuestan 1.200 euros aproximadamente, aunque hay diferencia entre estas prótesis, que son las que se ponen actualmente y las antiguas, que cuestan la mitad”. El doctor Joaquim Suñol, por su parte, asegura que el precio varía alrededor de 226 ?/unidad para los implantes lisos redondos rellenables de suero fisiológico, y hasta 1.189 ?/unidad en los implantes texturados, de forma anatómica, rellena de gel de silicona y lumen interno rellenable de suero fisiológico.