El cáncer es una enfermedad con una base molecular muy amplia, ya que las células tumorales se caracterizan por numerosos cambios estructurales y funcionales respecto a las células normales. Estas variaciones no siempre son las mismas para cada tejido y tumor. A pesar de que la mayoría de procesos cancerosos siguen un patrón común, hay genes concretos relacionados con distintos tumores, algunos muy frecuentes en la población española, que otorgan al portador un riesgo pequeño de desarrollar cáncer, diabetes o enfermedad cardiovascular. Todas estas características hacen del estudio genético del cáncer un proceso complejo y costoso, pero conocer estos genes ayudaría en el desarrollo de programas de prevención y mejores estrategias de tratamiento, así como en el diagnóstico precoz con un simple análisis de sangre.
Tumores distintos con características genéticas iguales
Diversos tumores, en diferentes tejidos y en pacientes de distintas edades destacan por patrones de genes repetitivos comunes. En el ADN hay varias copias de cada gen, algunos de ellos sólo tienen dos copias mientras que muchos otros cuentan con un número importante distribuidas por todo el genoma. El número de copias es uno de los factores que determina la proporción de síntesis de las proteínas que codifican. De este modo, los cambios en este número de copias afectarán a la concentración de proteína que hay en la célula y, por tanto, modularán su función.
Un macroestudio llevado a cabo por científicos de EE.UU., Japón, Canadá y España demuestra que varios tipos de tumor comparten características genéticas muy similares. El trabajo se ha publicado en la revista «Nature» y en él han participado científicos del hospital Vall d’Hebron y del Institut d’Oncologia Vall d’Hebron, de Barcelona. Para la investigación se han analizado más de 3.000 muestras tumorales de 26 tipos de cáncer. Como explica Josep Tabernero, oncólogo del hospital, «se han analizado las copias de los genes de células somáticas (que forman el crecimiento de tejidos y órganos de un ser vivo, procedentes de células madre embrionarias) tumorales y se han comparado con células germinales (que contienen el material genético) del mismo paciente».
Los nuevos marcadores genéticos determinarán el riesgo de padecer la enfermedad en personas con antecedentes de cáncer de colon
Se han detectado anomalías en el número de regiones en las células tumorales, ya sea por falta o por exceso. El descubrimiento más curioso es que el cambio en el número de copias se constata en varios tumores de cánceres distintos hasta suponer un 75% de las alteraciones comunes para todos los tumores y sólo un 25% de alteraciones específicas para cada tumor. En el estudio, también se han hallado 122 nuevas regiones genómicas susceptibles de tener una relación con el proceso tumoral. Sin embargo, los autores afirman que sólo se conocen un 25% de los posibles genes implicados en el cáncer y que todavía es necesario investigar más.
El director del Institut d’Oncologia Vall d’Hebron, Josep Baselga, indica al respecto que, «al fin y al cabo, el cáncer es una enfermedad del genoma. Se estropea y termina por desarrollar un tumor».
En el ADN se almacena casi toda la información hereditaria del organismo, relacionada con características estructurales y funcionales, de modo que si se analiza y compara el genoma de distintas células, sanas y tumorales, se distinguen unas regiones comunes y otras distintas entre ellas. Esto permite determinar características genéticas comunes en las células tumorales, no presentes en las células sanas, que ayudan a determinar patrones comunes relacionados con el proceso tumoral.
Marcadores genéticos para mama y colon
El número de repeticiones de regiones concretas en el genoma no es la única implicación de la genética en el cáncer, pues también hay genes concretos relacionados con varios tumores. Uno de estos grupos es el conocido como genes de baja penetrancia, muy frecuentes en la población y que confieren al portador un riesgo pequeño de desarrollar una determinada enfermedad. No sólo se relacionan con enfermedad oncológica, sino que también pueden facilitar el desarrollo de otras enfermedades como la diabetes o problemas cardiovasculares. No obstante, es necesaria la interacción de más de uno para poder considerarlos de riesgo para una determinada enfermedad.
Algunos genes de baja penetrancia no sólo se relacionan con cáncer, sino también con diabetes y enfermedad cardiovascular
En relación con el cáncer de mama, hasta ahora se conocían siete genes de penetrancia. Sin embargo, un estudio reciente llevado a cabo por el Consorcio Internacional de Cáncer de Mama (BCAC) ha desvelado dos nuevos genes implicados. El BCAC es un consorcio internacional en el que participan 27 grupos de investigación para el cáncer de mama. Entre ellos, hay tres organizaciones españolas: el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el Hospital Universitario La Paz de Madrid y el Hospital Monte Naranco de Oviedo.
El estudio, publicado en la revista «Nature genetics», concluye que con estos dos nuevos genes ya son nueve los genes de penetrancia que se relacionan con el cáncer de mama. Conforme aumenta el número de genes descubiertos, mejor pueden diseñarse las terapias y los diagnósticos para la prevención. Se calcula que estos participan en un 6% en el componente genético de este tumor.
Del mismo modo, otro estudio realizado por investigadores españoles, en colaboración con otros países, desvela nuevos marcadores genéticos que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de colon. Estos nuevos marcadores pueden ser de gran ayuda para determinar el riesgo de padecer la enfermedad en personas con antecedentes de cáncer de colon en su familia. José Augusto García Agúndez, profesor de Farmacología de la Universidad de Extremadura y colaborador en el estudio, explica que los nuevos marcadores genéticos «permiten la realización de un diagnóstico precoz de la enfermedad de una forma rutinaria y masiva», con un simple análisis de sangre.