Imagen: Josep Altarriba
En los hombres, el envejecimiento está asociado a una disminución gradual pero progresiva de los niveles de testosterona, declive que no es igual en todos. Esta disminución se asocia, a su vez, con muchos de los síntomas y signos de envejecimiento, como una disminución de la masa y la fuerza muscular, declive cognitivo, disminución de la masa ósea y aumento de grasa abdominal. A pesar de que ha aumentado mucho la población de más de 60 años en los países desarrollados, los expertos señalan que falta investigación sobre los mecanismos del envejecimiento y sobre la forma de frenar sus efectos.
¿Testosterona antienvejecimiento?
En los últimos años, uno de los focos de interés ha sido la investigación de los posibles efectos antienvejecimiento de las hormonas sexuales, incluyendo la testosterona. Además de las secuelas indeseadas del envejecimiento, el bajo nivel de hormonas sexuales también se ha relacionado con la depresión. El último estudio que relaciona el nivel de testosterona con el riesgo de depresión se ha hecho en Australia con casi 4.000 hombres entre los 71 y los 89 años.
Sus conclusiones indican que un nivel bajo de testosterona en su forma libre está asociada a la depresión. Resultaron estar deprimidos 203 participantes en el estudio y todos ellos tenían concentraciones más bajas de testosterona que los no deprimidos. Sin embargo, también era mayor el porcentaje de fumadores, de personas con un nivel bajo intelectual y de educación, de obesos, y con antecedentes de depresión. Al ajustar los resultados teniendo en cuenta la concurrencia de los factores físicos y los intelectuales, la conclusión fue que los hombres deprimidos de la muestra tenían entre 1,55 y 2,71 más probabilidades de tener bajo el nivel testosterona total y libre, respectivamente, que los no deprimidos.
Las conclusiones indican que un modesto suplemento no implica un beneficio neto para hombres sanos con niveles bajos de testosterona
Dados los resultados de este estudio y similares de otros anteriores, la tendencia podría ser, y de hecho así ha sido, explorar los posibles efectos beneficiosos de suplementos hormonales para hombres mayores, de la misma forma que se empezaron hace años a proponer suplementos de hormonas femeninas a las mujeres menopáusicas. En este último caso, los datos alarmantes sobre su efecto a medio plazo, en forma de mayor riesgo de contraer cáncer de mama y útero, hicieron que los médicos retiraran esta recomendación.
Tratamiento con suplementos
En hombres con niveles bajos de testosterona se han evaluado ahora los efectos del tratamiento con suplementos hormonales. El estudio se ha hecho en Holanda, con hombres de entre 60 y 80 años, y la dosis fue de 160 miligramos diarios de un compuesto de testosterona durante seis meses. La conclusión más importante es que disminuyó el porcentaje de grasa en la masa corporal en aquéllos que recibieron el tratamiento respecto a los que tomaron un placebo. Sin embargo, no se apreció una mejora de otros parámetros más relacionados con el bienestar como la movilidad funcional, la fuerza muscular, la función cognitiva o la densidad mineral ósea.
La movilidad funcional, concretamente, se evaluó con una prueba de levantarse y andar. Se midió el tiempo que el individuo tardaba en levantarse de una silla normal, tras haberse sentado con la espalda pegada al respaldo y los brazos apoyados, en andar tres metros en línea recta, darse la vuelta, volver a la silla y sentarse. Esta prueba se realizó tres veces y se tomó el tiempo menor. Las otras capacidades se midieron igualmente con pruebas homologadas.
No se observaron otras diferencias estadísticamente importantes, ya que en unos hombres afectó negativamente a varios parámetros relacionados con el riesgo cardiovascular, como el nivel de colesterol beneficioso, y en otros no. Tampoco se observaron efectos negativos relacionados con las enfermedades prostáticas y el cáncer de próstata. «Creemos que este estudio es el mayor que se ha hecho hasta ahora sobre los suplementos de testosterona», explican los autores del estudio, que se publica en la revista ‘JAMA’. «Las conclusiones indican que un modesto suplemento no implica un beneficio neto para hombres sanos con niveles bajos de testosterona, cuando se tienen en cuenta varios indicadores de salud y de comportamiento funcional y cognitivo», añaden los investigadores.
La depresión es una enfermedad de ámbito mundial que afecta entre un 2% y un 5% de la población en cualquier momento que se considere. La prevalencia de la depresión es más alta en las mujeres que en los hombres a lo largo de la vida, pero a partir de los 65 años la diferencia entre los sexos desaparece, explican los científicos australianos autores del estudio sobre la relación entre la depresión y el nivel de testosterona publicado en ‘Archives of General Psychiatry’.
Los resultados de varios experimentos, estudios y ensayos indican que los corticoesteroides gonadales pueden ser en parte responsables de este fenómeno asociado al sexo. Las pruebas disponibles en la actualidad sugieren que el estradiol, que algunas células producen a partir de la testosterona, tiene propiedades antidepresivas pero no hay datos suficientes sobre el papel de la testosterona en el bienestar psíquico.