Diversos investigadores analizan la actividad antioxidante y los posibles efectos contra el Parkinson derivados de hidroxitirosol, un compuesto natural obtenido del alperujo, un subproducto de la industria olivarera. El estudio corre a cargo de investigadores del departamento de Química Orgánica y Farmacéutica y del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla y del departamento de Farmacología de la Universidad de Málaga, junto con expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Instituto de la Grasa e Instituto del Frío).
En Andalucía, se producen cada año más de cuatro millones de toneladas de alperujo, mientras que su eliminación representa un problema medioambiental debido a su alto contenido en materia orgánica.
Según indicó Andalucía Innova, el aceite de oliva virgen (AOV) es el único aceite vegetal al que está expresamente prohibida la adición de aditivos que impidan su oxidación, debido a la presencia de forma natural en el mismo de polifenoles derivados de hidroxitirosol, que tienen una elevada actividad antioxidante. No obstante, más del 99% de estos compuestos se pierden en el agua de lavado en el proceso de obtención del AOV. Por ello, estos expertos utilizarán el alperujo como fuente natural de hidroxitirosol, que será empleado como materia prima en la síntesis de nuevos nitrocatecoles.
Estos compuestos se evaluarán como posibles inhibidores de la COMT, sustancias que se han introducido recientemente como agentes terapéuticos en el tratamiento del Parkinson. «No obstante, aunque podamos demostrar que nuestros nitrocatecoles presentan dicha actividad inhibidora, su aplicación terapéutica debería esperar hasta completar diversos estudios farmacológicos y biomédicos posteriores, que se encuentran fuera del marco del presente proyecto, necesarios para la introducción al mercado farmacéutico de cualquier nuevo medicamento», matizó Espartero.
Además, los compuestos derivados del alperujo se estudiarán para su posible uso en la elaboración de alimentos funcionales seguros frente a la oxidación, saludables y de calidad. «Se ensayarán como componentes funcionales en alimentos grasos, y se valorará su actividad antioxidante y evolución durante el período de conservación de los aceites», explicó el responsable de la investigación, José Luis Espartero.