Investigadores de los laboratorios suizos Cytos Biotechnology han probado con éxito la primera vacuna creada para combatir la hipertensión. Si las siguientes pruebas confirman los resultados, en cuatro o cinco años los pacientes hipertensos podrían sustituir las pastillas diarias por dos inyecciones al año.
El estudio llevado a cabo por estos especialistas, que publica la revista médica británica «The Lancet», indica que las inyecciones para inmunizar contra la hormona angiotensina II, que hace que los vasos sanguíneos se constriñan y aumente la presión de la sangre, disminuyen la hipertensión. De esta manera, la inmunización con inhibidores de enzimas permitiría controlar la presión sanguínea sin utilizar medicación y mejoraría la tasa de adaptación al tratamiento gracias a que los anticuerpos del paciente anularían la acción de la angiotensina.
Los científicos suizos experimentaron con 72 pacientes de 18 a 65 años que presentaban una hipertensión moderada. A una parte de ellos se le administró solamente un placebo, mientras que al resto se le sometió a un tratamiento de inyecciones combinadas con inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina y con bloqueadores del receptor I de la angiotensina II en distintas cantidades.
El resultado fue que la presión sanguínea de los pacientes a los que se inyectó la mayor cantidad de esas sustancias bajó entre nueve y cuatro milímetros de mercurio. Los efectos secundarios fueron leves y consistieron en reacciones transitorias en el lugar de la inyección y síntomas parecidos a la gripe, como fiebre, en algunos enfermos.
En cualquier caso, todavía son necesarios más estudios para comprobar, entre otras cosas, que estos efectos sobre la hipertensión se dan también en pacientes hipertensos graves o en otros grupos de población. Actualmente, los investigadores están realizando dos nuevos ensayos clínicos y cuando finalicen iniciarán otro en fase III, previo a la comercialización del producto. Si todo va bien, la nueva vacuna podría estar en las farmacias en cinco años.