Entrevista

Juan Antonio Riesco, vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

El 30% de los fumadores está en disposición de intentar abandonar el tabaco
Por Clara Bassi 22 de enero de 2013
Img jariesco entrevista
Imagen: CONSUMER EROSKI

Querer y no poder. Es la triste realidad con la que se encuentran las personas que fuman y que quieren dejar el tabaco. Alrededor del 30% de los fumadores desearía dejar de fumar, pero cuando estos individuos lo intentan por sí mismos, solo lo consigue el 6%. En cambio, cuando recurren al apoyo de los profesionales sanitarios, lo logran más del 40%. El secreto del éxito se basa en el correcto diagnóstico de su problema, por parte de un profesional sanitario, y en la administración de una terapia ajustada a sus necesidades, que comprende medidas conductuales y tratamiento farmacológico, como vareniclina, bupropión y terapias sustitutivas de la nicotina. Este es el arsenal terapéutico con el que, por ahora, puede contar el fumador para librarse de su adicción, mientras otras opciones, como el cigarrillo electrónico, aún no están claras, según Juan Antonio Riesco, neumólogo experto en tabaquismo y vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), quien además ha sido coordinador científico, junto a Carlos Jiménez, de tres estudios de esta sociedad, realizados en 2005, 2007 y 2010, sobre la situación del tabaquismo después de la aprobación de las dos leyes antitabaco de España.

La tasa de tabaquismo aumenta en España. ¿Han servido de algo las sucesivas legislaciones antitabaco que se han aprobado?

Por supuesto. Desde el punto de vista del control del tabaquismo en lugares públicos ha sido un salto cualitativo muy importante. También ha aumentado la información dirigida a los pacientes fumadores y a la sociedad civil. Y se ha conseguido el control del tabaquismo pasivo, fundamentalmente del consumo de tabaco, en lugares públicos. Según datos de nuestros estudios de la SEPAR, el tabaquismo pasivo se ha reducido. Para ello, lo evaluamos en tres ocasiones: la primera, tres meses antes de la aprobación de la ley 28/2005; la segunda, un año después de esta primera ley; y la tercera, un año después de la nueva ley antitabaco 42/2010 (que entró en vigor el 2 de enero de 2011). Gracias a este análisis, hemos obtenido una fotografía de más de cuatro años, con la que hemos corroborado una mejora básica en el control del tabaquismo pasivo, que ha disminuido, así como la exposición absoluta al humo de tabaco en los lugares públicos.

¿En cuánto se ha reducido la exposición al humo de tabaco de los fumadores pasivos en los lugares públicos?

El tabaquismo persiste en los estratos más jóvenes, de los 16 a los 29 años

En más de un 50%, según los dos estudios que realizamos después de la primera y la segunda ley antitabaco. Estos sondeos también muestran que la exposición al humo del tabaco en los espacios públicos ha disminuido de manera significativa en los lugares de ocio, espacios laborales y centros educativos. Nos llama la atención que se sigue fumando en más del 30% de los lugares españoles, lo que implica cierta exposición al humo del tabaco. Pero desde el punto de vista del tabaquismo pasivo, la última ley antitabaco es avanzada. Ahora bien, en cuanto a los fumadores activos, estos han aumentado un 0,5% respecto a estudios anteriores, lo que ha puesto de manifiesto que el tabaquismo persiste en los estratos más jóvenes, de los 16 a los 29 años.

¿Cuál es la prevalencia del tabaquismo en España?

A partir del estudio de la SEPAR de finales del 2010, los datos señalan que por encima de los 16 años la prevalencia ha aumentado y es del 20% al 24%. Esta proporción tiene que ver con el hecho de que el tabaquismo se inicia esta edad.

¿Qué se puede hacer para frenar este porcentaje tan alto de tabaquismo entre los más jóvenes?

“Cuando los fumadores acuden a profesionales sanitarios, el porcentaje de éxito de abandono del tabaquismo asciende al 40%”

Se deben impulsar medidas para un buen control del cumplimiento de la legislación vigente, dirigidas a retrasar la edad de inicio, reducir la accesibilidad de los jóvenes al consumo de tabaco, para lo cual una medida eficaz es el incremento del precio del tabaco, y disminuir su disponibilidad. Otra medida fundamental es que parte de los impuestos derivados de la venta del tabaco reviertan en medidas dirigidas a la prevención de este hábito nocivo desde el ámbito educativo y con programas de información, que son clave. También es esencial que el fumador activo tenga mejor accesibilidad a las redes asistenciales, a los profesionales sanitarios y a la terapia para el tabaquismo.

Según las investigaciones de la SEPAR, ¿es cierto que un 30% de los fumadores quiere dejar de fumar pero muchos fracasan?

Hay un 30% de fumadores en disposición de intentar abandonar el tabaco; pero de cada 100 que lo pretenden por ellos mismos, solo lo consiguen entre 6 y 10. Sin embargo, cuando acuden a los profesionales sanitarios y se les diagnostica de forma adecuada su problema y se les aplica el tratamiento apropiado, el porcentaje de éxito de abandono del tabaquismo asciende a más del 40%.

¿Este aumento del éxito se puede atribuir a los tratamientos de sustitutivos de la nicotina?

“No hay estudios científicos que demuestren que el cigarrillo electrónico sea eficaz para tratar el tabaquismo”

El tratamiento con sustitutivos de la nicotina es eficaz y coste-efectivo, según lo demuestra la evidencia científica. Pero el tratamiento global del tabaquismo se compone de dos medidas: conductuales, de apoyo a la condición de fumadores, y de tratamientos farmacológicos de primera línea que son la terapia sustitutiva de la nicotina, la vareniclina y el bupropión. Los tres fármacos son eficaces y coste-efectivos.

¿El cigarrillo electrónico es una opción para dejar de fumar?

Desde la SEPAR hemos dado a conocer a los medios de comunicación que, desde el punto de vista de la eficacia, no hay evidencia científica que sustente que el cigarrillo electrónico sirva para tratar el tabaquismo. Determinados estudios y organizaciones internacionales han afirmado que hay una falta de seguimiento en cuanto a su uso.

¿Por qué? ¿Tiene efectos secundarios o es nocivo para la salud?

Algunos estudios e informes demuestran que los componentes líquidos que se vaporizan son nocivos para la salud. Por este motivo hacen falta, por un lado, más investigación que demuestren su seguridad y, por otro, evidencia científica sobre su eficacia para abandonar el tabaquismo. Además, habría que regularizar el uso del cigarrillo electrónico como producto sanitario.

El arsenal terapéutico para abandonar el hábito tabáquico que usted ha citado, ¿está disponible o se espera algún nuevo medicamento en breve?

Hoy en día, el arsenal es el que he citado, aunque se investiga en nuevos fármacos, dianas contra las que dirigirlos y tratamientos. También hay en marcha nuevas estrategias de tratamientos combinados, como prolongar las dosis y utilizarlos en grupos específicos de la población y de pacientes.

Abandonar el tabaco, beneficioso a cualquier edad

El tratamiento del tabaquismo es posible y es la medida más saludable que puede adoptar cualquier fumador en cualquier momento de su vida“, destaca José Antonio Riesco. “El contacto con los profesionales sanitarios puede ayudar a que estos tratamientos sean eficaces y coste-eficaces”, añade. Según este experto, el mensaje más remarcable de la importancia que tiene abandonar el tabaquismo es que nunca hay que arrojar la toalla porque, aunque se tenga una edad avanzada cuando se intente dejarlo, siempre se consigue algún beneficio para la salud.

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