La ansiedad y la ira son en muchos casos el precedente y la causa de la aparición de enfermedades físicas, especialmente si se trata de trastornos cardiovasculares, y en especial si aparecen juntas y se prolongan en el tiempo.
Los trastornos emocionales se analizaron durante la semana pasada en el Seminario Internacional «Perspectivas actuales en el estudio de las emociones», celebrado en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, y que ha contado con la presencia del catedrático de Psicología Básica, Juan José Miguel Tobal, y el profesor de Psicología de la Universidad de Londres, Michael W. Eysenck.
En su conferencia sobre «Emociones y salud», el doctor Miguel Tobal, presidente del seminario, insistió en que actualmente la causalidad es clara en el caso de las enfermedades cardiovasculares pero «no existen estudios en otro tipo de patologías».
Según un estudio, las emociones, sobre todo si se trata de ira o ansiedad, pueden incrementar la vulnerabilidad ante una enfermedad, comprometer al sistema inmune o incrementar los niveles de lípidos. El estudio resalta que estas emociones provocan en la persona el incremento en la percepción del dolor así como el riesgo de muerte por trastornos cardiovasculares.