La implantación de leyes antitabaco como la puesta en marcha en España hace un par de años consigue reducir entre un 10% y un 20% los infartos en Europa en los meses posteriores de su entrada en vigor, principalmente entre los jóvenes y los fumadores pasivos, según asegura la Fundación Española del Corazón (FEC). Lo ha asegurado así esta entidad con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra este jueves 31 de mayo.
De hecho, un estudio realizado en Alemania ya ha demostrado que tras el primer año de aplicación los ingresos hospitalarios por angina de pecho han disminuido en un 13,3% y los ingresos por infarto de miocardio han caído un 8,6%. El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Dartmouth Medical School en Estados Unidos con una muestra de más de 3,7 millones de personas, también ha revelado una notable disminución del gasto hospitalario. El coste por ingresos hospitalarios por angina de pecho ha disminuido en un 9,6%, con un ahorro de 2,5 millones de euros, mientras que la reducción del coste por infarto ha sido del 20,1%, lo que equivale a unos 5,2 millones de euros.
«Se ha demostrado que existe una clara relación entre la disminución de la prevalencia de tabaquismo y la incidencia de enfermedades cardiovasculares», ha señalado el coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaco de la Sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Jaime Fernández de Bobadilla. Además, a este estudio hay que sumar otro realizado en Escocia, que cuenta con una ley más restrictiva que la alemana, donde se ha demostrado que la reducción de los ingresos hospitalarios por infarto de miocardio es del 17%.
Los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), compartidos por la Encuesta Nacional de Salud 2006, reflejan que el consumo de tabaco provoca cerca de 50.000 muertes al año. En España mueren anualmente 6.200 fumadores pasivos al año, de los cuales 5.000 fallecen por aspirar el humo en su propio hogar. No obstante, Fernández de Bobadilla ha reconocido que en España «todavía no se ha estudiado de manera directa el efecto de la aplicación de la ley antitabaco sobre la reducción de la enfermedad cardiovascular». Pese a todo, ha avanzado que gracias a la restricción del humo del cigarrillo en lugares públicos, se salvan cada año 1.000 vidas entre los no fumadores. «Si además conseguimos que la gente deje de fumar en el hogar, estas cifras aumentarán de forma notable», ha asegurado.
La incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población y entre el 20% y el 25% de la enfermedad cardiovascular es atribuible al tabaco. «La probabilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo», ha explicado Bobadilla. De hecho, los jóvenes que comienzan pronto con el hábito tabáquico multiplican las posibilidades de desarrollar algún tipo de enfermedad respiratoria, cáncer o complicación cardiovascular. Pero sobre todo, al dejar de fumar, el riesgo de tener enfermedades disminuye rápidamente», ha destacado.