Varios estudios han demostrado que un régimen diario de aspirinas puede prevenir la inflamación y la coagulación, dos importantes factores de riesgo cardiaco. En un nuevo estudio basado en 1.500 personas con diabetes, un equipo de investigadores ha descubierto que sólo el 37 por ciento de los diabéticos diagnosticados de enfermedad del corazón toman aspirina de forma regular. De forma similar, sólo el 13 por ciento de los diabéticos con al menos un factor de riesgo cardiaco sigue este tratamiento preventivo.
La American Diabetic Association recomienda a los adultos con diabetes y enfermedad cardiaca, o con al menos un factor de riesgo cardiaco, tomar diariamente entre 81 y 325 miligramos de aspirina. «Nuestros resultados sugieren que se trata de una oportunidad única para reducir en diabéticos el riesgo de enfermedad cardiaca, ataque agudo y de muerte por enfermedad cardiaca», señala Deborah B. Rolka, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta.
Más de un 25 por ciento de los adultos con diabetes padecen enfermedades del corazón, mientras que una proporción superior cuenta con factores cardiacos como antecedentes familiares, tabaquismo, sobrepeso o hipertensión. Los diabéticos son además entre 2 y 4 veces más propensos a desarrollar enfermedades cardiacas.
Los investigadores desconocen los motivos que expliquen esta baja incidencia del consumo de aspirina entre los diabéticos. Es posible que las personas con diabetes aguda rechacen añadir otra pastilla a la larga lista de medicamentos que deben tomar, o que algunos médicos exageren los efectos adversos de la aspirina sobre las enfermedades oculares y la hipertensión.