Según revela un estudio publicado en el último número de la revista Diabetes Care, las personas que padecen diabetes de tipo 1 o 2 son más propensas a perder días de trabajo que sus compañeros, lo que resulta en un salario inferior en hasta un 30 por ciento.
El trabajo, basado en datos de 1989, revela que la diabetes redujo los ingresos anuales de los trabajadores norteamericanos entre 3.7000 y 8.700 dólares. Así, el hombre medio de raza blanca y sano de 55 años de edad ganaría 27.500 dólares, mientras que la misma persona con diabetes ganaría sólo 18.800 dólares, según explican el doctor Ying Chu Ng y sus colegas de la Universidad Baptista de Hong Kong.
Las personas diabéticas son un 3,5 por cientos menos propensas a participar en el mercado de trabajo, incluso después de tener en cuenta factores como la edad, el entorno social y el estado de salud general.
Los diabéticos con complicaciones son, por su parte, un 12 por ciento menos propensos a tener un empleo, en comparación con los diabéticos que no sufren complicaciones. Los primeros trabajaban además 3,2 días menos cada 14 días. «Resumiendo, las complicaciones de la diabetes tienen un gran impacto sobre la perdida de horas de trabajo», señala el doctor Philip Jacobs, del Instituto de Economía de la Salud de Edmonton (Canadá).
Según la American Diabetes Association esta enfermedad tuvo en 1997 un coste médico de 27.000 millones de dólares, además de perdidas por valor de 32.000 millones de dólares por costes indirectos relacionados con el trabajo.