Un estudio realizado por el Consorcio de Investigación Neurogenética de Estados Unidos (EE.UU.) afirma que la enfermedad de Parkinson podría estar causada por una infección o una reacción autoinmune. La investigación revela que el origen de esta enfermedad está relacionado con la región genética HLA, esencial para el desarrollo normal del sistema inmunitario humano.
Esta región genética controla el reconocimiento de agentes invasores y evita las agresiones inmunes a tejidos propios al identificarlos como parte del organismo. Sin embargo, el sistema no siempre funciona bien y se han comprobado que variaciones genéticas en la zona HLA implican una mayor o menor protección frente a enfermedades infecciosas. Del mismo modo, otras alteraciones provocarían el desarrollo de enfermedades autoinmunes y el ataque a células propias.
Por otro lado, los investigadores afirman que hay un menor riesgo de desarrollo de la enfermedad en personas que toman medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno. Sin embargo, señalan que este tipo de tratamientos, conocidos como AINE, no actúan de igual forma en todas las personas debido a las variaciones genéticas de los individuos y alertan de que un consumo prolongado puede provocar efectos secundarios graves. Aún así, aseguran que esta relación entre el Parkinson y la inflamación puede ser muy relevante para el desarrollo de futuros tratamientos de la enfermedad.
La asociación entre la HLA y las enfermedades autoinmunes no es una novedad, puesto que ya hace unos años que se sabe que variaciones genéticas en esta zona son el origen de la esclerosis múltiple. Aunque los científicos ya sospechaban de su posible relación con el Parkinson, un seguimiento durante casi 20 años de 4.000 personas ha confirmado sus tesis. Para ello, 2.000 enfermos y otros tantos voluntarios sanos de hospitales de EE.UU. fueron sometidos a una minuciosa evaluación genética, sanitaria y conductual.