El Día Mundial del Parkinson, que se celebra hoy, pone el acento en la investigación biomédica para descubrir el origen de esta enfermedad y dar así con una futura cura. De ahí el lema de este año, «Investigación y Parkinson. El impulso lo damos todos».
Los especialistas afirman que la única esperanza para estos enfermos es avanzar en la investigación biomédica para descubrir las causas del mal, encontrar marcadores que permitan su detección precoz y mejorar las terapias actualmente disponibles para paliar los síntomas.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la incidencia real de la enfermedad se desconoce aunque se cree que ha aumentado, ya que el diagnóstico se realiza antes. De los más de 100.000 enfermos de Parkinson que hay actualmente diagnosticados en España, el 85% se debe a causas desconocidas y alrededor del 10% se consideran hereditarios, pues ya se conocen algunos genes causantes del mal. Se estima que el 70% de los afectados supera los 65 años, mientras que del 30% restante, la mitad no supera los 45.
Además, cada año surgen aproximadamente entre 20 y 25 nuevos casos, lo que convierte al Parkinson en la segunda patología neurodegenerativa, tras el Alzheimer, en número de afectados.
Galería de síntomas
El amplio conjunto de síntomas que caracterizan a este mal «altera mucho la calidad de vida», afirma Gurutz Linazasoro, director del Centro de Investigación de Parkinson de la Policlínica de Guipúzcoa. A los frecuentes temblores se añaden la rigidez muscular, la torpeza, la pérdida de equilibrio, la lentitud de movimientos, dificultad para hablar, depresión (el 50% la sufre en algún momento), ansiedad, problemas de memoria (20%-30%), alucinaciones (como efecto adverso de la continua terapia farmacológica) y, a la larga, demencia. La lista de problemas se completa con alteraciones del sueño, estreñimiento, disfunciones sexuales y urinarias, mala deglución, salivación muy abundante, y sudor excesivo.
El Parkinson en la segunda patología neurodegenerativa, tras el Alzheimer, en número de afectados
Los trastornos del ánimo, de la memoria o de la ansiedad afectan a muchos de los enfermos de Parkinson, según informa la neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Mª José Catalán. «En el caso de los jóvenes, pueden manifestar trastornos psiquiátricos como el de control de impulsos. En este caso, el principal problema es que estos enfermos abusan de la medicación, que interfiere no sólo en el sistema motor sino también en el estado anímico, y provoca que estén más activos. La consecuencia es que la eficacia puede reducirse y los efectos pueden aumentar», señaló.
A falta de tratamientos curativos para abordar esa galería de síntomas, hay opciones paliativas con fármacos (el más utilizado es la levodopa, que se transforma en dopamina cerebral para compensar su déficit en las personas enfermas) y con cirugía, que sólo se emplea en el 5% de los casos, y cuando no hay más remedio, debido a su riesgo de hemorragia. También pueden ayudar la atención psicológica para enfrentarse mejor al problema, la atención social y las llamadas «terapias complementarias», como fisioterapia o logopedia.
Pero estas no son más que soluciones provisionales para mejorar la calidad de vida de pacientes y cuidadores, a la espera de que la biomedicina dé con las claves de la enfermedad y permita desarrollar terapias eficaces para lograr su curación.
–En 1997 la OMS declaró el 11 de abril, día el nacimiento del doctor James Parkinson, como día mundial de esta enfermedad que hoy se conoce con su apellido y que él llamó parálisis agitante.
–En nuestro país, como se diagnostica la enfermedad mucho antes que hace unos años el número de pacientes ha aumentado aparentemente en los últimos años. Aproximadamente un 85% de los casos se deben a causas desconocidas.
–La investigación es la única vía para obtener la curación del Parkinson o, en su defecto, para mejorar las terapias actualmente disponibles y mejorar la calidad de vida. En esta nueva edición del Día Mundial, el lema elegido por la Federación española, que aglutina a las asociaciones de pacientes y familiares de Parkinson, es “Investigación y Parkinson”.
–La investigación en biomedicina presenta interés especialmente en el caso de enfermedades que afectan al cerebro y tienen que ver con el envejecimiento.
–Los investigadores deben tomar ventaja de los avances tecnológicos que ponen a su servicio herramientas de gran poder (plataformas de microarrays de genes, polimorfismos genéticos y proteínas, programas de bioinformática para hacer predicciones de modelos de funcionamiento de sistemas, etc.) que permitirán profundizar en el conocimiento de la etiopatogenia de la enfermedad de Parkinson. Para ello precisan que las personas con Parkinson se impliquen en la investigación con su participación en ensayos clínicos y en proyectos de investigación.
–Médicos y pacientes reclaman una mayor ayuda por parte de las administraciones, para que los enfermos puedan contar con toda la atención posible, no sólo los tratamientos farmacológicos, puesto que las personas que sufren la enfermedad terminan en una situación de dependencia. Se necesitan más medios económicos por parte de la administración para poder proporcionar a todos los enfermos rehabilitación física, atención psicológica, logopedia y, sobre todo, contar con locales para poder atenderlos.
–En el Día Mundial del Parkinson, enfermos, familiares y facultativos resaltan también la importancia “del cuidado al cuidador”. Las cuidadoras, ya que casi siempre se trata de mujeres, dedican casi 24 horas al día durante todo el año, y sufren la degeneración de la persona que quieren, y el cansancio que supone esa dedicación.
