El efecto de la luz solar en los neurotransmisores del cerebro juega un rol significativo en las alteraciones estacionales del estado anímico, según un estudio publicado en la última edición de la revista científica «The Lancet».
Según este informe, el éxito de la fototerapia (una terapia a base de luz ultravioleta para estimular la actividad de los neurotransmisores cerebrales) y los fármacos que evitan la recaptación del neurotransmisor serotonina han indicado que esta sustancia por sí sola tiene que ver con el desarrollo de la depresión estacional.
No obstante, apunta que las concentraciones de serotonina y otros neurotransmisores, incluida la dopamina y la nerepinefrina, son normales en el fluido cerebroespinal de pacientes con la alteración afectiva estacional.
Los autores de este trabajo, pertenecientes al Baker Research Institute de Melbourne (Australia), investigaron si midiendo las concentraciones de serotonina en los conductos sanguíneos que irrigan el cerebro (una forma más precisa de medir las concentraciones de serotonina en el cerebro que mediante el análisis del fluido cerebroespinal) se podía conseguir una mayor evidencia del rol de la serotonina en los trastornos emocionales.
Los investigadores tomaron muestras de sangre de las vejas yugulares internas de 101 hombres sanos para medir la relación entre la concentración de la serotonina y las condiciones climatológicas y estacionales. Se observó que la producción de serotonina por parte del cerebro era mínima durante el invierno, y el índice de producción de serotonina por el cerebro se relacionaba directamente con la duración prevaleciente de luz solar brillante.