La incidencia de la obesidad en los niños ha crecido en los últimos años entre un y un 35%. Según el doctor de Policlínica de Guipúzcoa Mariano Larman, esta situación duplicará las posibilidades de los más jóvenes de convertirse en obesos adultos al tiempo que podría desencadenar una «verdadera plaga» de enfermedades cardiovasculares.
Larman ha constatado que un 40% de las muertes se producen por enfermedades cardiovasculares. En la mayor parte de estos casos el enfermo cae víctima de un infarto, y su fallecimiento se produce ante de llegar al centro sanitario.
Las personas que consiguen sobreponerse a un infarto de este tipo ven multiplicadas por 7 las posibilidades de volver a sufrirlo con respecto a quien no ha sufrido aún una dolencia de este tipo. Asimismo, la esperanza de vida del paciente se ve considerablemente reducida.
El tabaco, la obesidad, la hipertensión, el colesterol, la diabetes o el estrés, unidos a una alimentación inadecuada, son según Larman, algunos de los factores que aumentan las posibilidades de sufrir un ataque.