La obligatoriedad del chaleco reflectante pretende reducir la cifra de muertes en el asfalto

Cerca de 800 personas fallecieron en las carreteras y poblaciones españolas en 2002
Por EROSKI Consumer 24 de noviembre de 2003

El Gobierno aprobó la semana pasada el nuevo Reglamento General de Circulación, que hace obligatorio el uso del chaleco reflectante cuando se baje del vehículo en carretera. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en los 98.433 siniestros registrados el año pasado en el asfalto de carreteras y poblaciones españolas se produjeron más de 5.500 muertes. De ellas, unas 800 fueron por atropello de un viandante.

Muchas de estas personas perecieron cuando intentaban auxiliar a las víctimas de un accidente, mientras reparaban sus vehículos o al caminar por vías poco iluminadas. Con la obligatoriedad de los dispositivos reflectantes, que permiten la visualización a distancia del viandante, se pretende mitigar esa cifra.

A tres semanas de que entre en vigor la nueva reglamentación, y a siete meses de que sea obligatoria para los conductores de turismos, los usuarios ya han empezado a aprovisionarse de chalecos reflectantes, a la venta en grandes almacenes y farmacias a precios que oscilan entre los 10 y 14 euros.

A diferencia de lo que ocurrió con los triángulos, dispositivo de seguridad obligatorio que entró en vigor el pasado año, no se prevé que vaya a haber problemas de desabastecimiento con los chalecos por la planificación y anticipación con la que se ha aprobado la nueva normativa.

Medida controvertida

Pese a la buena acogida que ha tenido la medida entre los españoles, no han faltado las opiniones contrarias. Desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA), su presidente, Mario Arnaldo, ha querido mostrar su disconformidad con una iniciativa que tacha de «negocio».

Otro argumento expuesto por esta asociación estriba en la escasa influencia en la seguridad vial de estas prendas y aporta como dato la estadística del año 2000 de la DGT, en la que se apunta que de los 12.587 accidentes que acaecieron en España con peatones atropellados, sólo un 4% se produjo por la noche y en vías carentes de luz. «Sólo una mínima parte de conductores -apunta Arnaldo- se encontraba reparando su vehículo».

Opinión que respaldan algunos ciudadanos, que consideran que la obligatoriedad del chaleco «es otra forma de exprimir al usuario» y no confían en que esta prenda vaya a frenar al conductor ebrio o al que circula a gran velocidad.

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