Las personas que trabajan en horarios nocturnos tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer, según un estudio realizado para la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que analizó la incidencia del cáncer de mama entre enfermeras y azafatas.
Aquellas mujeres que realizan jornadas nocturnas tienen algo menos del doble de riesgo de padecer la enfermedad, según concluyó el estudio. No obstante, uno de los autores del estudio afirmó que se trata de una proporción de incidencia «modesta». Vincent Cogliano señaló a este respecto que en Occidente cerca del 20% de la población económicamente activa realiza turnos por la noche. Cogliano advirtió de todas formas que la evidencia no es suficiente aún como para que los empleadores tomen medidas al respecto. Primero se necesita estudiar más el asunto, dijo. «Luego, nos gustaría que los organismos de salud nacionales le echaran una mirada para discutir cuál es la política a implementar», agregó.
Aunque los científicos no están del todo seguros de cuáles son las causas de este fenómeno, calculan que podría estar relacionado con el desajuste del reloj biológico por la exposición a la luz por la noche. Este desajuste del «sistema circadiano» afectaría a los genes que controlan el desarrollo de tumores, afirman los expertos. Aquellos trabajos que lo alteran deberían clasificarse como «posiblemente cancerígenos», recomendó el IARC.