Las enfermedades tropicales olvidadas afectan a una sexta parte de la población mundial, sobre todo en África y Latinoamérica, lo que entorpece el desarrollo económico de estas zonas. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamamiento a la colaboración con el sector farmacéutico para acabar con estas enfermedades. La directora general de esa organización de la ONU, Margaret Chan, señaló que la carga que suponen estas enfermedades, medida en sufrimiento humano, es inaceptable. «Ahora tenemos las herramientas necesarias para pasar a la acción y aliviar ese peso, lo que, a su vez, contribuirá a combatir la pobreza», añadió. Las enfermedades olvidadas no suponen por separado una gran amenaza de la salud pública mundial y suelen afectar a poblaciones pobres, por lo que las inversiones necesarias para combatirlas son difíciles de amortizar, ya que los enfermos no pueden pagar por los medicamentos, pese a sus bajos precios. Así, la OMS pretende impulsar una nueva vía para combatirlas, que consiste en agruparlas y diseñar estrategias como si se tratara de una única enfermedad. Chan, que destacó el papel fundamental en este caso de la industria privada y de sus donaciones de tratamientos específicos, explicó que «al considerarlas en conjunto se gana masa crítica, notoriedad, economía de escala y oportunidades para compartir recursos, innovaciones y programas». «Las donaciones de medicamentos nos permiten actuar a una escala sin precedentes y fijarnos objetivos muy ambiciosos», valoró Chan. Por su parte, el director general adjunto de la OMS para Enfermedades Infecciosas, David Heymann, explicó que, con esas contribuciones y con el esfuerzo de la comunidad internacional, se ha conseguido que los casos de lepra hayan caído de 5,2 millones en 1985 a menos de 220.000 en la actualidad, los de tracoma (ceguera) de 360 a 80 millones y los de la enfermedad del gusano de Guinea de 3,5 millones a 25.000 casos.