El benzopireno es la sustancia encontrada en el aceite de orujo de oliva que ha motivado la retirada del mercado de este producto. A pesar de que se sabe que esta sustancia es cancerígena, lo que se desconoce es en que cantidad. Por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha recomendado que se evite el contacto con alimentos que puedan contener esta sustancia. El Ministerio de Sanidad ha confirmado que la legislación española no fija un tope a la cantidad que puede consumirse de esta sustancia.
El motivo por el cual el benzopireno se encuentra en el aceite de orujo sería el calentamiento al que hay que someter los restos de las aceitunas (el orujo) para obtenerlo. Las moléculas de esta sustancia además de producir cáncer, deterioran el sistema inmunológico y causan mutaciones en las células. Aunque su peligrosidad depende del tipo de benzopireno que se trate. Según el catedrático de Medicina Legal y Toxicología de la Universidad de Murcia Aurelio Luna, «algunos son muy poco tóxicos, y otros, como el llamado alfa-benzopireno, muy cancerígenos». Justamente este es el tipo de benzopireno encontrado en el aceite de orujo de oliva incautado por Sanidad.
Los benzopirenos se producen principalmente por la combustión de aceites, madera, grasas o petróleo, y sus efectos más nocivos para el hombre, es el cáncer de pulmón. Esta relación entre los benzopirenos y el tumor pulmonar fue demostrada en Estados Unidos por investigadores del Centro de Cáncer M. D. Anderson en Houston (Texas) y el Instituto de Investigación Beckham de California en un estudio que fue publicado en la revista Science.
Estos científicos descubrieron que estos benzopirenos, uno de los 4.000 productos químicos que se forman por la combustión de un cigarrillo, dañaba al gen p53. Un gen que es el responsable del crecimiento celular, por ello su deterioro provocaba por lo menos el 60 % de los casos de proliferación de células incontroladas. El oncólogo del Hospital de la Luz de Madrid, Hernán Cortés, señala que el uso de estas sustancias para el consumo humano debería estar prohibido. Según Cortés el problema de los benzopirenos es que el organismo es incapaz de eliminarlo, por ello es muy difícil limitar por ley la cantidad que puede haber por kilogramo de comida o por litro de agua, por ejemplo, ya que el consumo de dosis inocuas puede resulta a la larga perjudicial.
Sin embargo a pesar de esta dificultad, algunos países sin han fijado unas cantidades máximas de benzopireno, por ejemplo Alemania ha fijado el tope en un gramo de este compuesto por cada 1.000 millones de g de aceite. En el agua las cantidades oscilan entre los 0,7 g por cada mil millones de g de agua y una cantidad 70 veces inferior, en los países Sudamericanos y Caribeños. Pero los benzopirenos no se forman sólo en los cigarrillos sino también en alimentos que se cocinan directamente con brasas como la pizza o las carnes a la brasa y también aparecen en los ahumados, algunos embutidos y en los arenques u otros pescados.