El cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo, tal como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte además de que aumenta, sobre todo en países pobres, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas. Por ello, la detección precoz es «la piedra angular» de esta lucha, subraya.
Los datos de la OMS indican que el cáncer de mama representa el 16% de todos los cánceres femeninos que se detectan en el mundo. Solo en 2004 murieron 519.000 mujeres por esta enfermedad que, aunque está considerada como propia del mundo desarrollado, causa la mayoría de las muertes (69%) en los países en desarrollo.
Su incidencia varía mucho por zonas en el mundo, con tasas normalizadas por edad de hasta 99,4 por 100.000 en Norteamérica. Europa del Este, América del Sur, África austral y Asia occidental presentan «incidencias moderadas, pero en aumento», según la OMS. «La incidencia más baja se da en la mayoría de los países africanos, pero también en ellos se observa un incremento de la incidencia», apunta la organización.
También la supervivencia varía mucho por zonas, desde el 80% o más que se logra en América del Norte, Suecia y Japón, el 60% de los países de ingresos medios o los porcentajes menores del 40% que se registran en los países de ingresos bajos. «Las bajas tasas de supervivencia observadas en los países poco desarrollados pueden explicarse, sobre todo, por la falta de programas de detección precoz, que hacen que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada, pero también por la falta de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento», señalan.
A pesar de que reducen el riesgo, las estrategias de prevención no pueden eliminar la mayoría de los casos en los países de ingresos bajos y medios, donde el diagnóstico se hace en fases muy avanzadas. «Así pues, la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia es la piedra angular del control del cáncer de mama», destacan. Las estrategias de detección precoz recomendadas para los países de ingresos bajos y medios son el conocimiento de los primeros signos y síntomas y el cribado basado en la exploración clínica de las mamas en zonas de demostración. «La mamografía es muy costosa y se recomienda para los países que cuentan con una buena infraestructura sanitaria y pueden costear un programa a largo plazo», puntualizan.