La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se han comprometido a adoptar una nueva estrategia mundial destinada a combatir las enfermedades prevenibles mediante vacunación. Estas enfermedades matan cada año a más de 2 millones de personas, dos tercios de los cuales son niños de corta edad.
La estrategia, denominada «Visión y Estrategia Mundial de Inmunización (VEMI)» y que abarca el periodo 2006-2105, tiene como objetivos inmunizar a un mayor número de personas contra más enfermedades; introducir varias vacunas y tecnologías disponibles desde hace poco, y llevar a cabo varias intervenciones de salud decisivas mediante la inmunización.
La vacunación ha sido una de las intervenciones de salud pública más eficaz a lo largo de la historia. Desde 1988 ha permitido reducir la incidencia mundial de poliomielitis en un 99% y de forma ostensible la morbilidad y la mortalidad por difteria, tétanos, tos ferina y sarampión, además de erradicar la viruela. Se calcula que en 2003, la inmunización evitó más de 2 millones de muertes.
A pesar de estas cifras, la inmunización está lejos de ser universal en muchos países. Según datos de la OMS y UNICEF, en 2003, unos 27 millones de lactantes y 40 millones de embarazadas de todo el mundo no estuvieron protegidos frente a las enfermedades prevenibles mediante vacunación.
El costo de la inmunización aumentará sustancialmente durante los próximos diez años, pues los países incluirán en sus programas de inmunización las nuevas y más costosas vacunas. Precisamente, la asequibilidad representará un obstáculo para su empleo, sobre todo en los países de bajos ingresos.
Desde la OMS y UNICEF se espera que, con el esfuerzo y el apoyo financiero necesarios, en 2015 la inmunización prevenga entre 4 y 5 millones de defunciones infantiles cada año. Además, sería una ayuda importante para los Objetivos de Desarrollo del Milenio, especialmente para la meta de reducir en dos tercios la tasa de mortalidad de los menores de cinco años.