Dos millones y medio de mujeres mayores de 50 años padecen en España osteoporosis, una «enfermedad de género» muy ligada a la edad -afecta entre 50 y 65 años- y que registra un alto porcentaje de mortalidad, explica el doctor Adolfo Bayo, miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que advierte que la mayor reducción de masa ósea se produce durante los tres años posteriores a la menopausia, cuando se pierde hasta un 30%.
La atención de los profesionales debe centrarse en detectar esta patología asintomática para poder frenar los futuros casos de osteoporosis, apunta el doctor. El problema de la prevención es que en España el diagnóstico de la osteopenia es muy deficiente porque «no existen unos criterios claros que otorguen al especialista la potestad de reclamar pruebas diagnósticas en mujeres asintomáticas», señala. Bayo, que ha participado en el XII Congreso Nacional de la AAEM que se ha celebrado en Alicante, indica que todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizarse una densitometría ósea, una prueba que, «debido a su coste y la escasez de aparatos, no está al alcance de todas las pacientes».
El presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, demanda que la osteoporosis sea considerada como un «problema sanitario de primer orden». A su juicio, «el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población», justicia su petición. Actualmente, se estima que los costes económicos producidos tan solo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
La prevalencia de la osteoporosis en España se ha incrementado en los últimos años debido a una mayor concienciación tanto de la población general como de los profesionales sanitarios, que ha provocado el aumento de pruebas diagnósticas, principalmente densitometrías. En los últimos años se ha descubierto que la pérdida de masa ósea acelera su aparición y cada vez afecta a mujeres de más temprana edad, sobre todo entre los 30 y 40 años, lo que se conoce como osteopenia y que representa la antesala de la osteoporosis. Los profesionales inciden en la importancia de la prevención desde la adolescencia y desde la niñez, y proponen introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante la práctica de ejercicio y una dieta rica en calcio y vitamina D.