Sofocos, sudoración profusa y palpitaciones, trastornos del sueño y disminución de la libido son algunos de los síntomas asociados a la etapa del climaterio, denominada también perimenopausia. Afectan casi a más del 70% de las mujeres y pueden prolongarse varios años. Pero, ¿qué pasa con la llegada del verano y de las altas temperaturas? ¿Se agravan estos síntomas? ¿Qué medidas se pueden tomar para hacerlos más llevaderos? En este artículo se explica cómo son los signos de la perimenopausia en la época de más calor, se aportan medidas para sobrellevarlos y se dan diez consejos para mejorar la calidad de vida de la mujer menopáusica.
Según la Menoguía de la Perimenopausia, de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), el periodo de transición menopaúsica -climaterio o perimenopausia- se define como la etapa situada entre las primeras alteraciones del ciclo menstrual y su cese definitivo que se determina pasado un año sin menstruación (menopausia). Según los datos de esta asociación, en España, la menopausia aparece, de media, a los 51,4 años, aunque el periodo de transición suele empezar entre los 47 y 48 años y terminar pasados entre dos y cinco años.
Los sofocos y el calor intenso
Sofocos, sudoración profusa y palpitaciones, cambios en la piel, trastornos músculo esqueléticos, irritabilidad, tristeza que puede ir acompañado de llanto fácil, trastornos del sueño y disminución de la libido son algunos de los síntomas asociados al climaterio.
Los sofocos nocturnos despiertan a la mujer con una sensación de calor intenso, sudando y con el pulso aceleradoSin embargo, son los síntomas vasomotores que causan los sofocos una de las manifestaciones más características y los más frecuentes, llegando a afectar hasta el 70% de las mujeres que se encuentran en el periodo donde la función ovárica comienza a disminuir. Y, sin duda alguna, es también uno de los más molestos. Pese a que no se conoce con exactitud qué los provocan, se sabe que están asociados a la disminución de los estrógenos. También hay algunos factores que predisponen a sufrirlos en mayor medida, como tener estrés, consumir bebidas estimulantes o alimentos muy picantes y permanecer en ambientes cerrados.
Los sofocos suelen empezar con una súbita sensación de calor en la parte superior del pecho y la cara. Tienen una duración e intensidad variables, aunque lo habitual es que duren entre tres y seis minutos y que se repitan a lo largo del día y de la noche. En este último caso, la mujer se despierta con una sensación de calor intenso, sudando y con el pulso acelerado.
Verano: cómo sobrellevar los síntomas
Pero, con el calor característico de la época veraniega, ¿aumenta la intensidad de los síntomas? La Dra. Gema García Gálvez, ginecóloga responsable de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Quirón de Madrid y portavoz de Centradaenti.es de TENA Lady, es muy clara al respecto: «Considero que la mujer que se encuentra en la perimenopausia, con síntomas como sofocos y sudoración nocturna que alteran su calidad de vida e interrumpen el descanso nocturno, puede necesitar ayuda en cualquier época del año y no lo pasa peor en verano que otras personas«.
Esta especialista recomienda, ante situaciones leves o moderadas, una serie de acciones que son tan sencillas y lógicas como:
- Usar ropa fresca y que transpire.
- Darse una ducha refrescante antes de dormir.
- Emplear abanico o ventilador.
- Ayudarse de complementos alimenticios con soja y melatonina.
Y si los síntomas son limitantes y con esto no es suficiente, insiste: «¡Consulte a su ginecólogo!».
La Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM) y la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), con la colaboración de TENA Lady, para recalcar en la importancia de la prevención de los síntomas asociados a la desaparición de la regla, han creado el Decálogo de prevención para mejorar la calidad de vida que lanza los siguientes consejos:
- 1. Abandonar el hábito tabáquico.
- 2. Reducir el consumo de alcohol.
- 3. Practicar ejercicio aeróbico de forma regular.
- 4. Seguir una dieta sana y equilibrada.
- 5. Mantener un peso corporal adecuado.
- 6. Estar activo mentalmente.
- 7. Acudir al médico ante situaciones como: tener que ir a menudo al baño, de día o de noche, interrumpiendo el descanso nocturno o cuando no da tiempo a llegar al baño.
- 8. Realizarse chequeos regulares de detección precoz del cáncer.
- 9. Considerar la terapia hormonal sustitutiva siempre con supervisión médica para garantizar su idoneidad.
- 10. Considerar programas de prevención específicas para otras enfermedades según antecedentes familiares o factores de riesgo personales.