La principal causa de enfermedad en las mujeres españolas de 45 a 64 años está relacionada con los trastornos reumáticos como la artritis, la artrosis y la osteoporosis, según el informe «Salud y Mujer» realizado por el Instituto de la Mujer. La mujer española vive más que los hombres, aunque «su mayor longevidad se acompaña de discapacidad y mala salud», concluye el trabajo.
En el caso de las enfermedades reumáticas, se estima que nueve de cada diez pacientes con estas afecciones son mujeres, según la Sociedad Española de Reumatología (SER), que indica que son más frecuentes en edad laboral. Los dolores de espalda (cervical o lumbar) son los problemas crónicos más frecuentes que afectan a las jóvenes españolas de entre 16 y 29 años y su frecuencia es creciente con la edad, según detalla el informe.
La investigación determina que el dolor originado por problemas osteoarticulares y los síntomas derivados de la sobrecarga física o psicológica son mayores en mujeres de todos los grupos de edad y configuran las principales causas diferenciales frente a los varones. Respecto a los tratamientos farmacológicos, los medicamentos para el dolor son los más consumidos por la mujer (el 31,5% de las mujeres los había utilizado en las últimas dos semanas). Además, el consumo por parte de las mujeres de este tipo de fármacos para combatir el dolor «casi duplica» al de los varones.
El informe concluye que el género tiene una influencia determinante en la percepción del estado de salud. Ésta es peor en la mujer que en el hombre sea cual sea el grupo de edad, clase social, nivel de estudios o situación laboral. Sin embargo, esta realidad no responde sólo a una valoración subjetiva sino que está asociada a una mayor carga de enfermedad y limitación de la actividad por problemas de salud, algo que sucede desde edades tempranas. Además, la presencia de problemas crónicos es creciente con la edad y supera el 50% ya en el grupo más joven de mujeres de 16 a 24 años.
Tras controlar el efecto de variables como la edad, la clase social, el nivel cultural o la situación laboral, la mujer tiene una probabilidad 1,8 veces mayor de presentar algún problema crónico y 1,5 veces más probable que vea limitada su actividad a causa de ese problema, concluye la investigación. Por todo ello, desde la SER recuerdan que el ejercicio físico puede favorecer la movilidad de las articulaciones, y, por tanto, mejorar el estado de salud de los pacientes con determinadas enfermedades reumáticas. También recomiendan realizar ejercicios para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones y prevenir lesiones.