La vacuna neumocócica en fumadores de más de 20 cigarrillos diarios se recomienda por expertos sanitarios como el doctor Jordi Almirall, del Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias (TIR) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), quien ha advertido de que «la neumonía adquirida en la comunidad, y especialmente la neumonía causada por el neumococo, son causas muy importantes de morbilidad y mortalidad en España».
El tabaco es así el principal factor de riesgo de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), y ésta, a su vez, uno de los principales factores de riesgo de la neumonía adquirida en la comunidad (NAC). Por este motivo, los fumadores que sufren EPOC son el colectivo con más riesgo de contraer NAC. El humo del tabaco también es un factor de riesgo importante para el desarrollo de NAC en fumadores pasivos, un riesgo que disminuye significativamente cinco años después de abandonar el consumo de tabaco. No obstante, «las tasas de hospitalización y mortalidad de NAC no han mejorado», ha señalado Almirall. En general, un 31% de los fumadores de 24 a 65 años de edad y un 13% de los fumadores mayores de 65 años sufren riesgo de infección neumocócica invasiva.
Independientemente de la presencia de comorbilidad o situación especial de riesgo, los médicos también avalan la recomendación de este tipo de vacunación a exfumadores de menos de 20 cigarrillos diarios, pero que poseen una historia de consumo medida por un índice de más de 10 paquetes al año y que han dejado de fumar en los 10 años previos. «A pesar de las recomendaciones de vacunación, en todos los casos será perceptivo aconsejar y ayudar a que todos los fumadores dejen el hábito tabáquico y establecer las medidas de prevención de recaídas para los exfumadores», ha explicado Almirall.
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad solo indica en la actualidad la vacuna antineumocócica a personas mayores de 65 años de edad que padezcan diversas comorbilidades, como la EPOC, o a personas que sufren leucemias, linfomas, que son receptores de trasplantes, nefropatías, síndromes nefrótico o enfermedades del tejido conectivo. También, individuos que presentan anemia de células falciformes, a mayores de 65 años sin comorbilidad pero que se encuentran en situaciones especiales de riesgo de sufrir infecciones neumocócicas, a personas con infección por el VIH en fase inicial y a casos de fístulas cerebrospinales.