La transmisión de tóxicos ambientales y alimentarios durante el embarazo y la lactancia puede estar en el origen de la mala calidad del semen que acusan muchos hombres, según un estudio pionero del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Marqués de Barcelona. El trabajo «Relación entre la exposición a disruptores endocrinos durante el periodo fetal y la tasa de oligospermia», que se publica en la «Revista Internacional de Andrología», compara los niveles de una serie de contaminantes químicos en la leche materna de mujeres catalanas y gallegas, para señalar una presencia cuatro veces más alta en Cataluña por su desarrollo industrial.
Los investigadores Marinela Farré y Damià Barceló, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) del CSIC, han sido los encargados de analizar los compuestos de disruptores endocrinos (EDCs) de 68 muestras, 34 de mujeres catalanas y 34 gallegas. «La sociedad industrial está más expuesta a productos químicos, que revierten negativamente», explicó Barceló, que alertó de la presencia de tóxicos en algunas mantequillas, alfombras, derivados del teflon -material antiadherente presente en algunas ollas y sartenes- y envoltorios.
El proceso comienza cuando los falsos estrógenos compiten con la testosterona y hacen que los testículos de los niños no puedan desarrollarse bien, lo que causa la infertilidad en el hombre. El hecho de que se haya medido el nivel de tóxicos sobre la leche materna responde al alto contenido que tiene la leche en grasa, por lo que se convierte en el mejor vehículo para detectar las sustancias dañinas. El 94% de las mujeres analizadas presentaron tóxicos, mientras que solo cuatro de las 68 estudiadas estaban libres de tóxicos. Casualmente, estas cuatro mujeres eran gallegas.
La ingesta de alimentos envasados, más habitual en zonas industrializadas, tiene relación también con la calidad del semen y depende en gran parte del momento de formación del feto en el vientre materno, que se expone a contaminantes químicos de la madre. «Los jóvenes son la mitad de fértiles que sus abuelos», lamentaron los autores, para añadir después que es preocupante porque «nos jugamos la salud reproductiva».
Pese a que la lactancia materna también transmite ciertos tóxicos a los bebés, la jefa de Reproducción Asistida del Instituto Marqués y directora del estudio, Marisa López-Teijón, recomendó la lactancia «porque el daño viene desde el inicio de la vida» y pesan más los nutrientes que aporta la leche natural de la madre.
López-Teijón recalcó además que el ser humano no está preparado para eliminar estas sustancias, por lo que es recomendable que las madres -especialmente en período de lactancia- consuman alimentos ecológicos. La directora anunció además la intención del Instituto Marqués de estudiar el efecto de los tóxicos en los óvulos de las niñas, resultados que verán la luz en un año y medio.