La Comisión Europea, la Eurocámara y la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo lanzaron ayer la primera campaña paneuropea contra el estrés en el trabajo, un mal que, como mencionábamos ayer, afecta al 28% de la fuerza laboral europea, 41,2 millones de personas, una cifra superior a la población española.
El presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, afirmó que «destinar una pequeña cantidad a la prevención puede tener un efecto más eficaz» que afrontar las consecuencias de este problema. El estrés supone «un coste humano y una enorme carga financiera», explicó la comisaria europea de Empleo y Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou.
Así, el director de la Agencia, Hans-Horst Konkolewsky, anunció el lanzamiento de una campaña contra esta patología, que culminará en octubre con una Semana para la Seguridad y Salud en el Trabajo. La iniciativa prevé miles de actos en toda la UE, y distribución de información, folletos e intercambio de mejores prácticas.
El objetivo de la campaña es llamar la atención de empresarios y trabajadores sobre la necesidad de prevención, análisis de riesgos y posibles soluciones a la patología. «Este no es un problema que se solucione con un casco», señaló Diamantopoulou.
Por ello, la Agencia europea se propone ofrecer guías de buenas prácticas para analizar las causas del estrés laboral, y proponer remedios, por ejemplo, buena comunicación y atmósfera de trabajo, evitar la sobrecarga de tareas, papel del trabajador en controlar y decidir su propio ritmo de trabajo, apoyo y formación a los empleados y reparto claro de funciones entre el personal dentro de la empresa.