Las comunidades autónomas deberán adaptarse al copago farmacéutico según renta antes del 30 de junio, tal y como publica este martes 30 de abril el Gobierno en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El real decreto ley de reformas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) se aprobó en el Consejo de Ministros del pasado 20 de abril, por lo que se da por oficializada la reforma sanitaria propuesta por el Ejecutivo.
El decreto recoge que «las administraciones públicas deberán adoptar, con anterioridad al 30 de junio de 2012, todas las medidas que sean necesarias para la aplicación de lo dispuesto en el apartado 13 del artículo cuatro». Según la nueva norma, «la aportación del usuario será proporcional al nivel de renta que se actualizará, como máximo, anualmente». De esta manera, los activos con una renta igual o superior a 100.000 euros deberán hacerse cargo de un 60% del precio de los medicamentos, que se reducirá al 50% si la renta se comprende entre los 18.000 y los 100.000 euros, y al 40% para las personas cuya renta sea inferior a los 18.000 euros. Además, los usuarios de prótesis, productos dietéticos y del transporte sanitario no urgente también deberán pagar parte del importe de estos servicios.
Esta reforma sanitaria tiene como objetivo conseguir un ahorro estimado de 7.000 millones de euros, de los cuales casi la mitad, unos 3.550 millones de euros, se conseguirá con las medidas antes citadas, la desfinanciación pública de fármacos «obsoletos» o «con menor uso terapéutico», un plan para el impulso de medicamentos genéricos, nuevos precios de referencia y el ajuste de los envases a la duración de los tratamientos.
El Gobierno también ha preparado un plan para luchar contra el turismo sanitario y el «uso fraudulento» de la sanidad por parte de extranjeros no residentes en España, con el que se ahorrarán unos 1.500 millones de euros. Para ello, el real decreto ley incluye la modificación de la actual Ley de Extranjería y la adaptación completa de la directiva europea relativa al derecho de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) y de los miembros de su familia a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros.
La reforma también establece la creación de una Plataforma de Compras Centralizada para que las comunidades adquieran de forma conjunta medicamentos hospitalarios y tecnología médica, como ya se hace con la vacuna de la gripe, con la que se generará un ahorro de entre 1.000 y 1.500 millones de euros. El resto del ahorro procederá de la creación de una cartera de servicios común para todas las comunidades y la implantación de la e-salud (700 millones de euros), mejorar la coordinación entre los servicios sanitarios y los servicios sociales (600 millones de euros) y la elaboración de un catálogo homogéneo de categorías profesionales que facilite la movilidad entre los servicios de salud (500 millones de euros).