Las compañías farmacéuticas están retrasando intencionadamente la salida al mercado de medicamentos genéricos, que en ocasiones llegan incluso a bloquear, lo que encarece la factura sanitaria y desincentiva la innovación en el sector, según concluye una investigación sobre la competencia en el sector farmacéutico efectuada por la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario ha detectado prácticas dilatorias como el registro de múltiples patentes para el mismo medicamento (hasta 1.300 en un caso), el recurso a las instancias judiciales para dirimir disputas, que pueden alargarse hasta tres años y casi siempre terminan ganando los fabricantes de genéricos; el establecimiento de acuerdos de patentes que dificultan la comercialización de genéricos, y la intervención ante las autoridades nacionales cuando una empresa pide autorización para uno de esos productos.
La investigación, cuyos resultados son todavía preliminares, utiliza una muestra de fármacos que perdieron su exclusividad entre 2000 y 2007 en 17 Estados miembros de la UE. De media, los genéricos tardaron siete meses en llegar a las farmacias e incluso los medicamentos más vendidos registraron demoras de cuatro meses.
La salida al mercado de estas medicinas genéricas trajo consigo una rebaja media de precios del 20% el primer año, con un ahorro total estimado en 14.000 millones de euros en todo el periodo. Pero no si hubieran sufrido retrasos, los sistemas sanitarios de los 17 países que forman parte de la muestra se podrían haber ahorrado alrededor de 3.000 millones más.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, destacó que la competencia en el sector farmacéutico es vital para que sigan apareciendo medicamentos asequibles e innovadores y para usar de la manera más eficiente posible el dinero público.