El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) desaconseja las lentes de contacto de uso prolongado al «disparar el riesgo de complicaciones corneales», según se ha concluido en un Congreso de Contactología Avanzada de Superficie Ocular celebrado en Barcelona. El IMO advierte de que las complicaciones corneales por el uso de lentes son mucho más frecuentes entre los portadores de lentillas de hidrogel blandas, hasta llegar incluso a multiplicarse por cinco los problemas oculares, por lo que resultan «totalmente desaconsejables».
Destacan las infecciones por bacterias de la superficie ocular, que provocan pérdida de agudeza visual y que requieren la inmediata retirada de las lentes de contacto, tratamientos para combatir la infección y un tiempo de recuperación para que la córnea se regenere. Por ello, los optometristas recomiendan el uso de lentes de reemplazo diario, que, además, gracias a los últimos avances, ya pueden utilizarse por personas con astigmatismo y con más de 10 dioptrías, mientras que hasta hace poco el rango de fabricación era mucho más limitado (máximo para seis dioptrías).
Las principales complicaciones que pueden derivarse de un mal uso o mantenimiento de las lentillas son conjuntivitis papilar gigante (proceso inflamatorio no infeccioso), sequedad ocular u otras más graves, como la hipoxia (falta de oxígeno), que provoca la muerte de las células corneales, o la infecciones por acanthamoeba generalmente por un mal uso, como bañarse en la playa, que puede perforar la córnea en menos de 24 horas y requiere un trasplante.
Los optometristas han alertado de la importancia del buen uso y mantenimiento de las lentillas para evitar complicaciones. En este sentido, han recomendado no abusar de horas de uso de las lentillas, prescindir de ellas para dormir y para ir a la playa, así como utilizar productos específicamente diseñados para su higiene y mantenimiento. «Hay que cuidar mucho la higiene y evitar utilizar agua o saliva como alternativa de urgencia para limpiar la lentilla si se cae al suelo», ha afirmado Laura González, optometrista del IMO y coordinadora del Congreso. Otra de las advertencias de los asistentes al Congreso fue la necesidad de que los usuarios de lentes de contacto visiten semestralmente al contactólogo y acudan al oftalmólogo por lo menos una vez al año.
Como alternativa han convenido que, en general, las lentes de contacto rígidas permeables al gas (RPG) son más aconsejables que las blandas porque ofrecen menor riesgo de intolerancia y de complicaciones y en cuya fabricación se utilizan materiales cada vez más permeables y que transmiten mejor el oxígeno a la córnea. Sin embargo, admiten, precisan un mayor esfuerzo de adaptación del usuario y son más difíciles de manipular.