Ahora que tristemente está de actualidad el abandono de animales de compañía por la llegada de las vacaciones, no está de más recordar que las mascotas pueden contribuir de forma significativa a nuestro bienestar. De hecho, cada vez más médicos, psicólogos y trabajadores sociales apuestan por el uso de mascotas para potenciar las habilidades humanas y contribuir al desarrollo físico y psíquico del individuo. No sólo los delfines y caballos sirven, como se ha creído durante mucho tiempo, para la realización de terapias. Animales mucho más cercanos al ser humano, como perros, gatos y pájaros también pueden contribuir a la corrección de determinadas conductas, a superar la timidez o a devolver la sonrisa a una persona deprimida.
Centros especializados y gabinetes psicológicos han desarrollado múltiples experiencias en los últimos años sobre terapias con animales, especialmente en la zona de Cataluña. «No decimos que un autista o un síndrome de Down va a dejar de serlo por someterse a una terapia con animales. No hablamos de casos milagro. Hablamos de mejorar la calidad de vida de las personas, de contribuir a que superan sus miedos y estimularles para el desarrollo de sus aptitudes personales», explica la psicóloga clínica Isabel Salama, profesora honoraria del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid.
Control médico
Los especialistas coinciden en que los tratamientos deben ser establecidos y seguidos siempre por un profesional. De lo contrario no valen. El director del delfinario de Tenerife, José Luis Barbero, advierte de que hay que tener «mucho cuidado». «Hay mucha gente que miente y manipula en este mundo. Está demostrado que los cetáceos se comunican a través de ondas, pero de ahí a que sean beneficiosas va un salto. Yo sufrí una hernia discal jugando con un delfín; y me la curó el médico, no el delfín». El responsable del delfinario de Acuapark defiende las terapias con animales de compañía. «Me siento muy bien jugando con los delfines, pero me siento igual de bien cuando paseo con mi perro. Es una actitud personal», destaca.
La doctora Salama señala que los tratamientos con animales ayudan a superar problemas tanto físicos, como de salud mental, educativos o emotivos. Una buena relación entre una mascota y su amo permite a un disminuido mejorar sus destrezas motoras o habilidades con una silla de ruedas. La compañía de animales ayuda a reducir la ansiedad, mejorar la autoestima, superar sentimientos de soledad y mejorar las relaciones sociales.
Lo confirma Juan Almirall, director del centro Oriol Badia, situado en la localidad barcelonesa de Villafranca del Penedés. La institución, dependiente de la Generalitat de Cataluña, persigue la integración de jóvenes delincuentes que cumplen penas en régimen abierto o semiabierto. Las instalaciones cuentan con una «pequeña arca de Noé», con gallinas, palomas, perros, patos, y dos asnos «guará catalán», una especie autóctona en vías de extinción. La granja, que permite iniciar a los chavales en las tareas del campo, cumple también una función terapéutica. «El trato con los animales nos permite trabajar temas como la sexualidad, el abandono familiar, los malos tratos o la frialdad de un chico», explica el especialista. Gatos vagabundos
El Geriátrico Municipal de Barcelona, situado en la zona del parque de atracciones Tibidabo, se aprovechó de los gatos vagabundos que poblaban sus amplios jardines para impulsar un innovador programa con los residentes. La colonia felina se había convertido en un problema de salubridad para el centro, pero muchos residentes tenían en los gatos algo más que una compañía.
La institución saneó los animales y los incluyó en sus terapias. «Los mayores necesitan sentirse útiles y queridos. En un centro como éste, donde todo se les da hecho, les damos la oportunidad de sentirse importantes, responsables, para muchos de volver a ilusionarse», resume Carmen Sánchez Jiménez, supervisora de Enfermería del centro.
Relaciones humanas
Los pájaros suelen ser utilizados por los terapeutas para el desarrollo de la asunción de responsabilidades. Algunas experiencias han demostrado que las aves exóticas contribuyen a mejorar la salud física y las relaciones humanas de sus propietarios. Su observancia y el disfrute de su canto posibilita una mejora del estado anímico. Dicen que loros y similares sufren mucho en cautividad. Precisan grandes cuidados, pero fomentan la comunicación. Los perros ayudan a mejorar la autoestima.
Los psicólogos coinciden en que las terapias con perros y gatos son de las que mejores resultados dan. Las mascotas «dan sin solicitar nada a cambio». En este sentido, el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Lleida tiene varios perros «golden retrieve» con los que desarrolla un programa experimental que persigue conseguir la mejora de la autoestima de los internos y enseñarles a asumir responsabilidades.
Miedo y timidez
Los animales de granja están indicados para la superación de miedos, timideces patológicas, mutismo, sordera e incluso para la superación de dificultades en las habilidades sociales. Los especialistas afirman que lograr la confianza de un animal de granja es «el mejor trabajo que podemos hacer sobre nuestros propios miedos». La doctora Salama dice que acariciar un animal asustado «rebaja la tensión arterial y disminuye la frecuencia cardiaca».
Los caballos, por ejemplo, afianzan la seguridad, afirma la doctora. «Pasear a caballo es una de las maneras más sanas de contactar con la naturaleza», afirma la psicóloga. El club hípico La Galea, en la localidad vizcaína de Getxo desarrolló durante una temporada una experiencia con niños discapacitados. «El trato con animales les permite ganar en confianza y seguridad en sí mismos», detalla la profesora de equitación María Toca. «Yo utilizo este tipo de terapias para personas muy bloqueadas», añade por su parte Salama.