Los cirujanos que operaron a las siamesas iraníes unidas por la cabeza trataron de convencerlas de que no se sometieran a la cirugía para separarlas puesto que pensaban que la operación fracasaría, pero ellas insistieron, dijo un médico estadounidense del equipo en una entrevista.
El doctor Ben Carson nunca pensó que la operación tuviera una probabilidad razonable de éxito y dijo que los miembros del equipo de cirujanos que operaron a las siamesas hicieron «grandes esfuerzos» para que ellas se arrepintieran.
Ladan y Laleh Bijani murieron el martes con 90 minutos de diferencia producto de una intensa hemorragia cuando los cirujanos estaban en las etapas finales de la maratoniana operación para separarlas en Singapur. «Definitivamente no fue posible disuadirlas», dijo Carson, director de neurocirugía pediátrica del Hospital de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, en una entrevista del programa «Nightline» del canal ABC News.
«Creo que si un minuto antes de la cirugía nos llegan a decir ‘hemos cambiado de opinión’, todos (en el equipo de cirujanos) nos habríamos sentido extremadamente felices», agregó. Las siamesas simplemente reiteraron que su vida unidas por la cabeza «era peor que la muerte», dijo Carson en la entrevista.
Carson, quien ha realizado tres operaciones exitosas para separar a siameses, fue uno de los tres principales cirujanos que, junto a dos docenas de especialistas y cien ayudantes, realizaron la operación de 52 horas en el Hospital Raffles de Singapur. La decisión de operar a las siamesas fue revisada por una comisión de ética que incluyó no sólo a personal médico, sino a clérigos y políticos, «gente de su propio país», dijo Carson.
Carson reveló también que ya muy avanzada la operación consideró seriamente que los cirujanos debían detener el procedimiento, incluso cuando Ladan y Laleh habían pedido a los especialistas de antemano que continuaran a toda costa, porque encontraron un inesperado patrón circulatorio en los cerebros de las siamesas. Sin embargo, un familiar que él no identificó vetó la idea. Desde ese momento «todos sabían que una de ellas moriría». Carson considera que la muerte de Ladan y Laleh ha sido una tragedia, pero dijo que se aprendió mucho de la operación. «Lo que ambas contribuyeron a la ciencia perdurará mucho más que ellas», añadió.