Según los especialistas, el consumidor debe ejercer la automedicación de forma responsable, de manera consciente y racional para resolver de manera fácil, efectiva y segura algunos síntomas leves que pueda padecer y que él mismo pueda identificar o reconocer, aunque siempre bajo consejo farmacéutico. La automedicación, siguiendo estos consejos, es muy habitual en los países europeos, no obstante en España todavía muchos consumidores se resisten a dejar su salud en manos de las Especialidades Farmacéuticas Publicitarias (EFP´s).
Las EFP´s son aquellos medicamentos que pueden adquirirse sin receta, cuentan con autorización para ser publicitados directamente al consumidor, y además tienen la misma calidad y control de seguridad que otros. Una de las principales ventajas de estos fármacos es su precio, que es accesible para cualquier bolsillo, ya que no suele pasar de los seis euros.
Estos medicamentos estas indicados, en principio, para curar afecciones o molestias que carecen de gravedad. De hecho, las EFP´s más vendidas son los analgésicos para dolores leves, antitusígenos y antigripales para aliviar síntomas de resfriados o dermatológicos para picaduras de insectos y quemaduras. También son muy frecuentes, entre otros, los descongestionantes de garganta y nasales, laxantes, antiácidos y antiflatulentos para digestiones pesadas, vitaminas, antihemorroidales y oftalmológicos.
Sin embargo, aunque muchos de estos nombres son de sobra conocidos para la mayoría de los consumidores, todavía reusan a acudir a una farmacia -el único punto de venta de estas especialidades- para tratar un dolor de garganta o un resfriado.
Según el presidente de la Asociación Nacional de Especialidades Farmacéuticas Publicitarias (Anefp), Rafael García Gutiérrez, los españoles prefieren visitar las consultas de los médicos para que les receten otro tipo de fármacos. De acudir a las farmacias a por alguna EFP´s, se conseguiría descongestionar las consultas de los centros de salud y las urgencias de los hospitales, además ayudaría a controlar el gasto farmacéutico del Sistema Nacional de Salud, asegura García Gutiérrez. A pesar de estas razones, continúa el presidente de Anepf, la diferencia de compra de estos productos en Europa y España es abismal. Así, en países como Francia o Alemania el consumo de EFP´s supone un 20% del gasto total en farmacia, mientras que en España no se pasa del 8% del mercado.
En 2001, las EFP´s movieron en nuestro país unos 508 millones de euros con la venta de 144 millones de unidades. García Gutiérrez considera que esta cifra debería aumentar, para ello propone realizar campañas para presentar sus beneficios al ciudadano e incitar a que tome parte activa en su salud, siempre bajo consejo farmacéutico y acudiendo al médico si los productos recomendados no alivian sus síntomas.
No obstante, este experto también es consciente de que es fundamental que se tomen otro tipo de medidas para favorecer su consumo, como redactar los prospectos en un lenguaje claro, porque es el ciudadano de a pie, y no sólo el farmacéutico o el médico, quien debe comprenderlos.