Los niños que tienen los oídos sanos no deberían usar tapones de baño porque no los necesitan y, en cambio, pueden presionar el cerumen en el conducto auditivo y generar tapones.
Así lo dijo ayer el otorrinolaringólogo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba Rafael Jurado, quien insistió en que si los oídos están sanos, deben estar aireados.
Este experto sólo recomienda los tapones cuando el niño presente algún eccema o haya padecido una intervención quirúrgica en el oído. A la hora de escoger un tipo de tapón, Jurado aconseja aquél que mejor le vaya al pequeño.
Otitis
En esta época del año los niños pasan buena parte del tiempo en el agua, por lo que las otitis suelen ser habituales. Los casos de otitis externa -producidos por el contacto directo con el agua de la piscina o el mar- aumentan entre un 80% y un 90% en los meses de verano y se producen por lesiones en el conducto auditivo.
Para evitar estas afecciones, los expertos recomiendan a los padres vigilar la duración de los baños. Jurado señala además que es fundamental que el agua de la piscina esté limpia.