La revista «Archives of Internal Medicine» ha publicado un estudio de un grupo de investigadores estadounidenses que revela que los niveles de colesterol en una persona varían según las estaciones y generalmente son más altos en invierno.
Según este trabajo, esos cambios estacionales son más evidentes en las mujeres y en las personas que sufren un nivel alto de colesterol, sustancia que es la principal causa de los bloqueos arteriales y, en general, de las enfermedades cardiovasculares.
«Es importante que los médicos estén al tanto de estas variaciones porque tienen que tenerlas en cuenta al determinar el tratamiento de sus pacientes», afirma en el informe la doctora Ira Ockene, cardióloga de la Universidad de Massachusetts.
Como ejemplo de esta situación, la investigadora señala que algunos pacientes podrían desalentarse si inician dietas en verano, cuando sus niveles de colesterol son bajos y, tras al tratamiento, no ven cambios o incluso experimentan un aumento en invierno. «Probablemente los cambios se deban a un aumento del torrente sanguíneo que se produce de forma natural en los meses más cálidos del año», precisa la experta.
En el estudio participaron 517 hombres y mujeres de entre 20 y 70 años, quienes comenzaron con un nivel de 222 miligramos de colesterol por decilitro de sangre en los hombres y de 213, en las mujeres. Un nivel de 240 se considera alto.
Los niveles medios fueron cuatro puntos más altos en invierno que en verano entre los hombres y 5,4 puntos más altos entre las mujeres. Sin embargo, para personas con un nivel superior a los 240 puntos, las variaciones estacionales fueron de 11 puntos en los hombres y de 18 en las mujeres.
Ira Ockene concluye que es necesario continuar con los estudios para comprobar por qué en las mujeres estas fluctuaciones son mayores.