Con motivo del Día Mundial de la Voz, que se celebra esta semana en España, organizado por la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología, el doctor Secundino Fernández, especialista del servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Universitaria de Navarra, recordó que «el 5% de la población española sufre algún trastorno de la voz que requiere la intervención de un especialista, en este caso un otorrinolaringólogo».
Los trastornos de la voz son más frecuentes entre los 25 y 45 años y son ligeramente superiores en las mujeres respecto a los hombres. Además, los profesores de colegio son los profesionales más afectados por las disfonías, con una prevalencia en este colectivo de aproximadamente un 22,5%. No obstante, las estadísticas destacan el hecho de que entre el 40% y el 60% de los niños padecen trastornos de la voz, preferentemente entre los 6 y 8 años y en la época de la pubertad.
«La voz tiene unas posibilidades limitadas de uso que dependen de cómo se sepa utilizar y de la capacidad de cada persona para el habla», indicó Fernández. «En la mayoría de los casos la causa de la disfonía es el mal uso y abuso vocal, es decir, el esfuerzo vocal», agregó el especialista.
«Las disfonías más frecuentes son las de tipo funcional. En estos casos no se identifica ninguna lesión anatómica en los órganos fonatorios, sino que se deben al abuso y mal uso vocal: hablar excesivamente y con una intensidad o tono superior al normal, gritar, carraspear y toser frecuentemente, cantar con una técnica inadecuada o inhalar polvo, humo de tabaco y gases irritantes, además de beber alcohol», afirmó Fernández.
Por su parte, las disfonías orgánicas conllevan la existencia de una lesión en los órganos fonatorios, siendo las más frecuentes los nódulos y los pólipos. «De hecho, la patología benigna más diagnosticada en relación a las cuerdas vocales es la presencia de nódulos (17%-24% de los casos), que se producen de forma habitual entre la segunda y quinta décadas de la vida y de forma predominante en las mujeres. En los varones, sin embargo, es más frecuente la existencia de pólipos, en una proporción de cuatro a uno con respecto a las mujeres y se producen generalmente entre los treinta y los sesenta años», comentó el especialista de la Clínica Universitaria de Navarra.
«Cualquier persona con trastornos de la voz debe acudir al otorrinolaringólogo cuando la alteración se prolongue durante más de 15 días o cuando se repita con frecuencia. El otorrinolaringólogo es el especialista capacitado para establecer el diagnóstico y tratamiento adecuados. Además, aquellas personas para las que la voz es una herramienta básica de trabajo, como es el caso de cantantes, actores o locutores, deben realizar una revisión al menos una vez al año», explicó Fernández.
Tres son los pilares sobre los que se asienta el tratamiento de las disfonías: la medicación, la rehabilitación y la cirugía. Además, se deben considerar las medidas preventivas. «El orden en que se tienen que establecer ha de determinarlo el otorrinolaringólogo. No obstante, conviene señalar la importancia que tiene el trabajar en equipos multidisciplinares en los que el especialista coordina el tratamiento con logopedas, profesores de canto y dicción, e incluso psicólogos», señaló el experto.