Científicos de la Universidad de Kioto (Japón) han demostrado que es posible frenar el Parkinson en monos mediante el trasplante de neuronas generadas a partir de células madre embrionarias, en aquellas zonas cerebrales dañadas.
Las neuronas generadas en el estudio, y con las que se experimentó, eran productoras de dopamina, un neurotransmisor fundamental para que las personas se muevan correctamente.
En los enfermos de Parkinson esa sustancia es escasa, por lo que en la actualidad, los médicos suelen suministrarla con medicamentos entre esos pacientes, aunque ese tratamiento genera problemas con el paso de los años.
Los resultados de esta investigación, que aparecen en el último número del «Journal of Clinical Investigation», demuestran que el trasplante de neuronas productoras de dopamina procedentes del feto del mono puede aliviar los síntomas de la enfermedad entre los animales que padecen el mal.
Pese a la importancia de este hallazgo, algunos expertos se muestran cautelosos debido al reducido número de neuronas productoras de dopamina que sobrevivieron en el estudio: las estimaciones eran que sobreviviría el 10%, pero tras los trasplantes sólo lo hizo entre el 1% y 3% de las células.