El siglo XXI ha traído consigo muchos cambios, pero entre ellos se ha afianzado el sedentarismo. Hemos pasado de llevar una vida activa en las calles a permanecer en los hogares y sumergirnos delante de una pantalla. El problema es que nuestros cuerpos están diseñados para mantenernos activos y no hacerlo deteriora poco a poco nuestro organismo. La ciencia ha demostrado que practicar ejercicio físico incrementa de forma considerable las posibilidades de que nuestros hijos no sufran enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes o diferentes tipos de cáncer en su edad adulta. Además, la actividad física también ayuda a socializar, favorece la autoestima y mejora el rendimiento académico.
Las ventajas son obvias y, sin embargo, la última edición del estudio ‘Conductas de los Escolares Relacionadas con la Salud’ (HBSC), indica que solo el 34,8 % de los españoles entre 11 y 18 años realiza actividad física al menos cuatro días a la semana fuera del horario escolar.
Pero no todos nos movemos igual. Los jóvenes asturianos son los más activos de la península y 4 de cada 10 practican deporte fuera de la escuela al menos cuatro días a la semana. Le siguen Castilla-La Mancha, con el 38,6 %, y Canarias, con el 38,5 %. En la zona baja de la tabla se encuentran Valencia (30,7 %), Madrid (33,5 %) y Castilla y León (33,9 %).
Y sí, el sexo importa. El interés de la mujer por el deporte crece cada año. Prueba de ello es que en la primera encuesta de hábitos deportivos que se hizo en España en 1968, un 6,8 % de las mujeres españolas practicaba algún deporte, frente a más del 18 % de los hombres. Hoy en día, un 44,4 % de españolas hacen deporte habitualmente, pero son ellos los que todavía más deporte realizan: un 51 % de los hombres. Para recortar esta distancia es necesario una mayor aceptación social de la mujer deportista, comenzando por la figura de la madre activa, incorporar referentes en el deporte femenino como modelos en las aulas o hacer actividades deportivas en familia.
Activos desde pequeños en casa
Para Carmen Pérez-Rodrigo, experta en Medicina Preventiva y Salud Pública y profesora de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), “la actividad física hay que fomentarla desde que los niños son lactantes, ya que es entonces cuando los pequeños aprenden a moverse y adquieren todas esas habilidades que les van a permitir desplazarse con más destreza y, por lo tanto, disfrutar mientras se mueven”.
En el sedentarismo de los más pequeños también entran en juego las pantallas. Si antes cuando nuestros hijos e hijas se aburrían salían a la calle a correr, saltar o jugar al escondite, hoy en día se dejan seducir por el móvil. Un estudio elaborado por la Universidad Internacional de Barcelona (UIC Barcelona) y publicado en febrero de 2021 por la revista Healthcare, demuestra que el uso abusivo de las pantallas aumenta el riesgo de obesidad en los más pequeños.
Según el sondeo, existe una estrecha relación entre estar sentado delante de una pantalla y la ingesta de los alimentos poco saludables. Además, los niños que pasan más de una hora frente a ellas comen más dulces, bebidas azucaradas, comida rápida y snacks que aquellos que ocupan su tiempo libre practicando deporte.
Imagen: Eroski Consumer
La última ‘Encuesta Nacional de Salud de España’ (ENSE) revela datos tan preocupantes como el hecho de que 9 de cada 10 escolares de hasta 14 años de Baleares y Extremadura pasan más de una hora diaria de lunes a viernes frente a una pantalla. Si tenemos en cuenta la apretada agenda de los alumnos hoy en día y que se pasan sentados detrás del pupitre un mínimo de siete horas al día, dedicar tiempo frente a una pantalla los días lectivos supondrá en muchos casos arañar minutos al movimiento activo y la práctica deportiva. La diferencia con quienes menos usan las pantallas de lunes a viernes se reduce a prácticamente la mitad. Solo el 47,9 % de los cántabros y el 55,2 % de vascos siguen este mal hábito.
Los progenitores tienen mucho que decir y hacer en la regulación de estas horas delante de una pantalla y en animar a los jóvenes a hacer deporte. No hay que olvidar que los adultos ejercen un papel referente, como así ha demostrado un estudio realizado por la Universidad de La Rioja y publicado en el Journal of Sports Sciencie and Medicine. Tras analizar a 1.978 alumnos entre 12 y 16 años, demostró que, si un adolescente era inactivo, era cuatro veces más probable que sus padres nunca hubieran participado en actividades físico-deportivas en su tiempo libre.
El papel de la escuela en la actividad física de los niños
El colegio también desempeña un papel crucial en la adquisición de esas competencias necesarias para la práctica de la actividad física y para que disfruten realizándola, sobre todo porque un 80 % de los menores solo la hace durante el horario escolar. Y aquí las instituciones tienen trabajo por hacer. España es uno de los países europeos que dedica menos horas semanales a la Educación Física. La media en Primaria es de dos horas a la semana, la mitad que en Alemania.
En España, la Educación Física ha sido objeto de recortes por los distintos sistemas educativos que se han sucedido en las últimas décadas. El nuevo currículum que prepara el Ministerio de Educación y Formación Profesional para el próximo curso —y cuyo borrador se publicó en diciembre— reduce a menos de hora y media las horas de Educación Física a la semana, es decir, un 5 % menos que en la actualidad. Un recorte que denuncian desde el Consejo General de la Educación Física y Deportiva de España (COLEF) por incumplir el mínimo de tres horas semanales que pide la Unesco, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo a sus Estados miembros.
Las comunidades autónomas se encuentran en estos momentos trabajando sobre este proyecto para establecer sus complementos horarios. Sin embargo, desde el COLEF advierten que ni siquiera con esos incrementos se podrá llegar a ese ansiado mínimo de tres horas.
- De momento y hasta que se produzca el cambio, en el curso actual solo hay dos comunidades autónomas que alcanzan las tres horas semanales en Primaria: Aragón, que lo viene haciendo desde hace unos años, y de manera más reciente Andalucía. En el caso contrario están Madrid –que apenas dedica la mitad, es decir, una hora y media– y Navarra, con una media de 1,65 horas. País Vasco, Cataluña y Valencia tampoco alcanzan las dos horas de media a la semana.
- En Secundaria, los datos se unifican. Salvo Andalucía, que desde hace poco imparte una tercera hora en los primeros cursos de Secundaria, el resto solo realiza dos horas semanales. Madrid aplazó en junio su propuesta de ampliar a tres horas en Primaria y Secundaria. No obstante, desde el COLEF admiten que se trataba de una ampliación relativa, ya que no era obligatoria y dependía de cada centro educativo. Lejos estamos del modelo francés de Secundaria, que consiste en dos horas de Educación Física y tres de actividades físico-deportivas, un total de cinco horas a la semana.
En España, en la etapa escolar, las horas dedicadas a la educación física son, para Idoia Labayen, profesora de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, claramente insuficientes. Además, las actividades deportivas en muchos casos están pensadas con un espíritu muy competitivo que deja fuera a los niños y las niñas con menos destrezas.
Recreos para todos
Promover la actividad deportiva también se logra con la apuesta de patios inclusivos que favorezcan la práctica de ejercicio por todos los jóvenes. En los últimos años, centros escolares e instituciones han apostado por rediseñar estos escenarios para romper con los patios tradicionales en los que el campo de fútbol ha venido siendo el centro y único espacio de recreo, obligando a muchas niñas y niños a permanecer inactivos. Instituciones como el Gobierno vasco subvencionan este cambio, como también lo hace con la habilitación de caminos escolares. No obstante, desde la asociación de padres de la escuela pública vasca, Ehige, aseguran que la partida presupuestaria para estos proyectos es tan escasa que muchos centros se quedan fuera.
Evitar los desplazamientos en vehículos, apostando por caminos seguros, sostenibles y saludables, es una apuesta a la que se suman todas las comunidades. No obstante, de los 7.331 centros escolares de Educación Primaria y ESO que hay en España, solo 521 tienen en marcha esta iniciativa. Es decir, 7 de cada 100. Una cifra baja que no se debe tanto al desinterés de las escuelas, sino a la pobre aportación económica de las administraciones, como sucede en País Vasco.
Entre las que mejor lo están haciendo destaca Galicia, donde el 17,3 % de los centros públicos cuenta con estos itinerarios promovidos por la Dirección General de Tráfico, que invitan a los pequeños a ir andando al colegio. Barcelona cuenta desde hace años con un programa que denominan ‘Camino Escolar, Espacio Amigo’, al que se han adherido 145 escuelas. En el otro lado de la balanza, Baleares y Canarias carecen de estos caminos adheridos al programa de la DGT, y en Cantabria apenas lo tiene un 1,9 % .
Ciudades para el deporte
Se trata de acercar el deporte a las personas, por lo que las Administraciones tienen que ser capaces de poner en práctica políticas que lo hagan posible. Hablamos de generar una mayor proximidad entre instalaciones deportivas, creando espacios públicos multifuncionales que fomenten el ocio y el deporte al aire libre o desarrollando ciudades más sostenibles.
Vitoria-Gasteiz se convirtió en 2012 en Capital Verde de Europa, y en 2019 fue proclamada Ciudad Verde Global. Lo consiguió por contar con más de 200 espacios para practicar numerosas disciplinas, por combinar deporte y naturaleza con parques que rodean la ciudad. Para que una ciudad se convierta en líder en políticas de deporte asociado a la salud, es necesario invertir. Pero no todas las comunidades gastan lo mismo.
Imagen: Eroski Consumer
Según el anuario de estadísticas deportivas del Ministerio de Cultura y Deporte publicado en 2021 (con datos de 2019), Navarra destina 25,93 euros por cada habitante y se posiciona a la cabeza. Le sigue La Rioja con 18,63 euros y Baleares y Extremadura, que superan los 17 euros. La diferencia con el farolillo rojo del ranking es abismal. Allí se sitúa Castilla-La Mancha, que apenas destina 3,25 euros por habitante, por detrás de Murcia, que roza los 3,8, o Andalucía y Valencia, que no llegan a los 5 euros.
Aragón se lo pone fácil al deporte
Aragón, seguida muy de cerca de Navarra, mantiene un buen posicionamiento en los distintos aspectos analizados por EROSKI Consumer para medir la lucha contra el sedentarismo como buena práctica contra la obesidad infantil. Es la comunidad que más horas dedica a la Educación Física en Primaria, junto con Andalucía, y donde las familias invierten más en deporte. Además, está muy bien posicionada en cuanto al número de instalaciones deportivas, en colegios que cuentan con caminos escolares y su población joven es de las que menos tiempo pasa delante de pantallas.
Madrid, la región menos activa
La Comunidad de Madrid debe trabajar para fomentar la actividad deportiva entre sus jóvenes y adolescentes, ya que se hallan entre los que más horas pasan ante una pantalla y menos ejercicio realizan. Se sitúa a la cola en cuanto al número de horas que destinan sus escuelas de Primaria a Educación Física y en instalaciones y espacios deportivos por cada 1.000 habitantes. Ser la comunidad con una mayor densidad de población no ayuda.