Cerca de 42.000 niños españoles tienen alta capacidad, pero según los datos que maneja el Centro para Jóvenes con Talento, en Navarra, sólo 2.000 están identificados como tales, cifra pareja a la que señala el Ministerio de Educación y Ciencia, que los eleva hasta 2.229. Es decir, que sólo cinco de cada cien niños superdotados son detectados. La causa fundamental de esta deficiencia es la escasa formación y sensibilización que existe en España entre los profesionales de la enseñanza y la pediatría para detectar a los superdotados lo que, en última instancia, cercena el derecho de estas personas a desarrollar su capacidad intelectual. Pero además, no atender a sus necesidades especiales puede provocarles graves trastornos de índole psicológica como depresión, hiperactividad o bulimia ya que, además de por tener un cociente intelectual igual o superior a 130 y un rendimiento elevado en un amplio abanico de aptitudes, las personas superdotadas se caracterizan por ser extremadamente sensibles.
Quién es superdotado
Pueden recitar poesías con dos años, o conocerlo todo acerca de la vida de los moluscos con sólo siete. Pero un niño superdotado no es la «enciclopedia andante» que muchos tienen aún en la cabeza. ¿Quién es, realmente, un superdotado? ¿Existe un criterio que defina a un superdotado como tal? Tradicionalmente se ha asociado la superdotación a altas puntuaciones en los test de inteligencia y a resultados brillantes.
Pero hay matices a esta definición. Según la Organización Mundial de la Salud el superdotado es una persona con un cociente intelectual igual o superior a 130 (la media es de 80-120); el Ministerio de Educación considera superdotados a los niños con este mismo cociente intelectual que presentan un nivel de rendimiento intelectual superior en numerosas aptitudes y capacidades, y que además aprenden con facilidad cualquier materia o área.
Los niños superdotados muestran inteligencia extraordinaria, gran capacidad de trabajo y elevado grado de creatividad
En la actualidad, la mayoría de los especialistas prefiere hablar de talentos múltiples, altas capacidades o talentos específicos en diversas áreas como la música o las matemáticas, pero durante demasiado tiempo se ha enfatizado en el dato del cociente intelectual. La clave, sin embargo, está en tres características según señala Alicia Rodríguez Díaz-Concha, presidenta de la Asociación Española de Personas Superdotadas y con Talento: inteligencia extraordinaria, gran capacidad de trabajo y elevado grado de creatividad.
Los estudios serios sobre superdotación son muy recientes, los primeros datan de comienzos del siglo XX; en el caso de España, según asegura Alicia Rodríguez, no han hecho más que iniciarse. Y no existe acuerdo sobre qué es la superdotación por lo que las explicaciones están determinadas por la particular orientación, filosofía, formación y experiencias de sus autores.
Sin embargo, en todos los modelos se incluyen los tres factores citados como determinantes, que utilizó por primera vez Ranzulli, a la hora de definir a una persona dotada con una inteligencia superior a la media. Ahora se añaden otras características como habilidad para el liderazgo, habilidad para las artes visuales y representativas y habilidad psicomotriz.
Personalidad y disincronías
Aunque no son un grupo homogéneo y cuanto más superdotada es una persona, más única es, hay muchas características comunes a todos ellos, como su facilidad para aprender, gran capacidad de abstracción y para la expresión verbal, y una afición desmedida por la lectura y los temas científicos. Asimismo presentan grandes dosis de intuición, hipersensibilidad, autocrítica muy desarrollada y perfeccionismo, a lo que unen en muchos casos la facultad de liderazgo. Es decir, que el superdotado lo es tanto en el plano intelectual como en el emocional.
El problema de los superdotados se agudiza en las niñas, a quienes el miedo al rechazo les lleva a pasar desapercibidas, ser malas estudiantes o incluso conflictivas
Pero ser tan distintos a los demás supone para el superdotado una enorme fuente de sufrimiento, especialmente cuando no recibe la atención adecuada. Así lo asevera la presidenta de la Asociación Española de Personas Superdotadas y con Talento, quien indica que, «precisamente por su inteligencia», desde muy pequeño distingue que es diferente al resto de niños de su misma edad, y «sentirse solo le hace pensar que lo que le pasa es algo malo, más siendo consciente de que a los demás se les ve felices y él no se siente así».
A pesar de su elevado potencial intelectual y emocional, generalmente no puede darle salida socialmente ya que, al no reconocerlos, la sociedad no sabe unirlos para que se integren y aporten lo que falta. Este problema se agudiza entre las chicas, a quienes el miedo al rechazo de sus compañeros les provoca intentar pasar desapercibidas, por lo que a veces son mediocres o malas estudiantes, o bien conflictivas. Su mayor preocupación por estar integradas en el grupo y ocultar sus habilidades es lo que hace que haya menos personas identificadas como superdotadas entre el sexo femenino.
Además, en el superdotado existen disincronías entre la edad mental y la cronológica, y con frecuencia le gusta estar con personas de mayor edad, «lo que probablemente les beneficie más, al compartir sus inquietudes e intereses con quienes que le aportan mas conocimientos», señala Alicia Rodríguez. ¿Cómo deben adquirir ese conocimiento, en la educación reglada con otros niños de su edad o en centros específicos?
Atención adecuada
Para atender de manera integral las necesidades de un superdotado no es necesario acudir a un centro especial. Desde la Asociación Española de Personas Superdotadas y con Talento aseguran que el niño debe estar dentro del sistema ordinario, pero con adaptaciones curriculares que respeten tanto sus ritmos de aprendizajes como su desarrollo social, emocional y curricular.
Pero lo más importante para contribuir al mejor desarrollo posible de un superdotado es su detección como tal, y cuanto más temprana, mejor. Ésta es fundamental para permitir que el pequeño desarrolle todo su potencial, ya que la descodificación de lo aprendido no es igual para todas las personas con especial talento si no se tienen las mismas oportunidades. Así, ante la primera señal de alerta (precocidades desde pequeños, hermanos ya diagnosticados o familiares que tienen conformidad de serlo) hay que diagnosticar lo antes posible, una vez cumplidos los tres años, para evitar que caigan posteriormente en episodios psicológicos como depresiones, bulimia, hiperactividad o incluso trastorno de Asperger, una enfermedad rara encuadrada en la familia de los autismos.
Los expertos coinciden en que para atender a niños superdotados resultan insuficientes las medidas existentes en el sistema educativo actual
Tener en cuenta la especificidad de cada caso y contar con el apoyo del profesorado del centro es fundamental, porque hasta la fecha, teniendo en cuenta los resultados, un alto porcentaje de superdotados no destaca en el sistema educativo reglado y su fracaso escolar (o resultados mediocres para su potencial) es mayor conforme avanzan los cursos.
Los expertos están de acuerdo en señalar que para atender a estos niños resultan insuficientes las medidas existentes en el sistema educativo actual. La legislación, transferida a las comunidades autónomas, contempla tanto la adaptación curricular como las flexibilizaciones, que permiten iniciar un año antes el período de escolarización o avanzar hasta tres años en la Enseñanza Obligatoria y uno en Bachillerato.
A pesar de la normativa vigente, en el campo de la educación de los superdotados reina la desinformación, según señalan desde la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades. «Queda mucho camino por recorrer», señalan. La mayoría de las familias se encuentra aún con la incomprensión del profesorado, que no está preparado para atender a las necesidades de sus alumnos más capaces, lo que desemboca en el escaso desarrollo del potencial de los superdotados.