Evitar gran parte de los accidentes domésticos graves que sufren los niños. Esta es la principal razón que ha llevado a los Veintisiete a aprobar dos nuevas normas de seguridad más estrictas para ciertos artículos de puericultura y para ventanas y puertas de balcones, informó la Comisión Europea. Esta modificación es en realidad una actualización de los estándares de seguridad propuesta por el Ejecutivo comunitario y que ha sido respaldada por el Comité General de Seguridad de Productos de la Unión Europea (UE).
Los datos dados a conocer por Bruselas indican que la caída accidental desde cierta altura es una de las principales causas de fallecimiento y de lesiones cerebrales y óseas en los menores de cinco años. Por ello, una de las nuevas normas se refiere a que las ventanas y puertas de balcones cuenten con dispositivos que permitan su apertura parcial, sólo hasta cierto ángulo, y que tengan un cierre que no pueda ser desbloqueado por un niño menor de cuatro años.
También ha recibido el respaldo de los Estados miembros la segunda petición del Ejecutivo comunitario, referente a artículos de baño, concretamente a asientos que permiten bañar al pequeño sentado o a dispositivos con los que el recién nacido permanece reclinado durante el baño. En estos artículos se exigirán mayores requisitos de estabilidad y resistencia para reducir el riesgo de que el dispositivo vuelque si el niño se mueve. También se obligará a que se incluyan en el embalaje, sobre el producto y en el punto de venta advertencias e instrucciones «claras y visibles» para el consumidor.
Los productos «que pretenden ser seguros para los niños deben serlo realmente y deben superar todas las pruebas de seguridad necesarias», aseguró la comisaria de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva. Este tipo de artículos se dirigen a los consumidores «más vulnerables» y, por ello, hay que ser «extremadamente vigilantes».