Asociaciones de pacientes, familiares y médicos defienden de manera uniforme que es fundamental hablar de las enfermedades oncológicas con naturalidad, sin crear falsas expectativas y desde la esperanza de que hay vida durante y después del cáncer. Así lo expusieron en un debate abierto con periodistas y participantes en el último Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
La información sobre cáncer debe ser «veraz, objetiva y contrastada», además de «comprensible y que responda a los intereses de la sociedad», subrayó María Antonia Guimón, presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Facma). «Lo importante es el rigor, diferenciar información y opinión, no publicitar medicamentos y evitar alarmas sociales negativas», añadió. Porque, como subrayaron el nuevo presidente de SEOM, Emilio Alba, y su antecesor Ramón Colomer, la reciente «historia de éxito» terapéutico de la oncología necesita ser matizada en la experiencia clínica de cada día. «La investigación es lenta» y hay que evitar dar la impresión de que la «muy básica», por importante que sea, vaya a tener una aplicación rápida. «Peor que la falta de expectativas, es que haya expectativas falsas», afirmó Alba.
La misma idea fue defendida por la presidenta de la Asociación Española de Afectados por Linfomas, Mielonas y Leucemias (AEAL), Begoña Barragán, que indicó que es consciente de que «los avances revolucionarios» en la investigación básica «muchas veces no llegan a tiempo a los pacientes». Por ello, tal como apuntó Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón (AEACaP), resulta necesario «transmitir con responsabilidad y compromiso» tales progresos para no despertar esperanzas infundadas y favorecer una buena labor preventiva y educativa. Y para esto es imprescindible «hablar de forma abierta del cáncer, con la misma naturalidad que de otras enfermedades», apuntó.
No obstante, hay que mantener el optimismo, defendió el vicepresidente de EuropaColon España, Carlos Hué, que pidió a los medios «esperanza, porque todos los que estamos aquí somos supervivientes» de la enfermedad. «Hay vida después del cáncer y también durante el cáncer. No quiero esperar a estar curada para vivir», reivindicó Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación que lleva su nombre. «Queremos agarrarnos a la vida, con o sin cáncer», porque «lo que necesitamos es ilusión por vivir», resaltaron Gaspar y Hué.