Beneficios de dibujar y pintar
Actividades como dibujar y colorear se asocian a los más pequeños y está demostrado que les ayuda a expresarse, a relajarse y a inducir su creatividad. Sin embargo, no son los únicos.
Los adultos, aunque más reacios a coger los lápices de colores, también obtienen grandes beneficios. Y qué mejor idea que coger junto a los más pequeños de la casa, o cada uno por su cuenta, el lápiz, la pintura o el pincel.
La psicóloga clínica Amaya Terrón describe que los movimientos rítmicos, regulares y suaves con un impacto en el papel o colorear rellenando espacios delimitados pueden hacer que la persona se enfoque tanto en la tarea que está realizando que, con el entrenamiento correcto, llegue a desconectar de otros pensamientos intrusivos o que generen ansiedad. De entre todos los beneficios cabe destacar:
🎨 Ayuda a focalizar
Es una herramienta excelente para desechar pensamientos espontáneos y, al mismo tiempo, ayuda a concentrarse.
🎨 Aporta bienestar
Copiar del natural o imaginar qué pintar, mezclar colores, andar entre pinceles… aporta felicidad. Y, como en el caso del deporte, no solo durante la actividad, sino también tras finalizarla.
🎨 Reduce el estrés
Reduce el estrés, la ansiedad y la angustia de forma temporal. Un estudio publicado en 2016 en la Journal of the American Art Therapy Association halló que pintar y dibujar suponía la rebaja de los niveles de cortisol, responsable del estrés.
🎨 Favorece el autoconocimiento
Fomenta estados de alta concentración donde caen las defensas y la persona está más abierta a ciertos contenidos sobre ella misma y las circunstancias que le rodean.
Ayuda a tomar conciencia sobre algunos estados emocionales y, dado su alto componente relajante, hace más resistente para enfrentarse y resolverlos.
🎨 Fomenta la creatividad
El proceso de dibujar y pintar supone que el cerebro esté continuamente en marcha para idear casa nuevas. Ponerse a crear favorece la «necesidad» y el gusto de querer volver a crear otra vez.
Beneficios en el desarrollo de los niños
Pintar es una de las actividades más divertidas para los más pequeños, basta con facilitarles el material necesario, hojas de papel o un cuaderno y lápices de colores o pinturas. Además de potenciar su creatividad y dar rienda suelta a su fantasía, les aporta otros beneficios en su desarrollo a distintos niveles:
👉 Estimula la motricidad
Ayuda a desarrollar su motricidad fina y a manipular objetos pequeños.
👉 Mejora la comprensión espacial
Mejora la comprensión y la percepción de espacio y de su entorno y les sirve para descubrir distintas texturas y colores.
👉 Aumenta la autoestima
Provoca una gran satisfacción, que contribuye a aumentar su autoestima. Y, además, se divierten con ello.
👉 Ayuda a expresar sentimientos
Les proporciona el espacio para expresar sus sentimientos e inquietudes, como la inseguridad, la confianza o las preocupaciones.
👉 Fomenta su creatividad y sensibilidad.
👉 Sirve para relajar
Les relaja y tranquiliza y favorece la capacidad de concentración.
👉 Dan valor al esfuerzo
Aprenden a apreciar el esfuerzo y el trabajo.
Dibujar y garabatear, ¿provocan los mismos efectos?
El arte, en general, se utiliza en terapias psicológicas con buenos resultados y mediante un sinfín de modalidades: pintura, escritura, collage, dibujos, garabatos, creando máscaras, esculturas o coloreando mandalas, entre otras.
🌟 Cómo ayuda el dibujo
El dibujo es la expresión artística que deja al descubierto el mundo interior. «Pero no hay reglas fijas», advierte Amaya Terrón. «Hay que analizar en contexto, conociendo a la persona que lo realiza y su ambiente e, incluso, dejando que explique el contenido y el sentido del dibujo.
Es información muy valiosa la que aportan las personas en la expresión a través del arte y en su interpretación», añade. A veces, hasta la actitud de la persona ante la actividad, lo rápido que empieza, la duda que muestra acerca del contenido, la seguridad que expresa, si mira mucho a quien le observa… son señales que se pueden captar e interpretar para conocer más sobre el mundo interior de esa persona.
En dibujo, por ejemplo, se puede ayudar a personas con problemas sensoriales o físicos o con determinados trastornos o enfermedades a comunicarse de una manera distinta
En terapias psicológicas, el dibujo facilita la expresión de emociones enquistadas, a las que no hay otra manera de acceder y, así, buscar solución; ayuda a la persona a entender sus propios fantasmas y miedos, a conocerse mejor; aumenta la creatividad buscando formas de expresión distintas de las palabras -a veces, aquello que no se puede decir sí se puede dibujar-; y, también, sirve a personas con problemas sensoriales o físicos o con determinadas enfermedades, como Alzheimer, y como medio para comunicarse de una manera distinta.
🌟 Bondades del garabateo
El doodling o garabateo también tiene efectos a nivel psicomotor, para niños y adultos:
🔺 Los niños son los usuarios más habituales de este tipo de dibujo y les provoca «efectos cognitivos y emocionales: les sirve para tomar conciencia sobre ellos mismos y sus acciones, a expresarse y a coger agudeza motora», detalla esta experta.
🔺 En el adulto, el garabateo puede tener el objetivo de ritual que aleje la ansiedad o sirva a modo de mantra para concentrarse en una sola cosa y alejar otros pensamientos invasivos.
Este efecto relajante se produce gracias a que se realiza en un contexto alejado de la rigidez y las reglas, que deja fluir sin importar el resultado final, en el que se siguen líneas y trazos aleatorios, según el gusto y necesidades de la persona, y que pueden ser más marcados, más concéntricos o más extendidos, más estructurados o más caóticos, según el estado y el gusto personal.
«No es extraño encontrar quienes garabatean de forma automática cuando están en una situación de semiconciencia, aunque también se utiliza como medio de fomentar la creatividad estando en un estado de vigilia previo. Es una forma de concentrarse en sí mismo, tomar conciencia y dejarse llevar hasta encontrar esa fase de inspiración tan buscada por artistas», expone Amaya Terrón.
🌟 Mandalas, más que una moda
Colorear mandalas está de moda. También está en auge en la práctica clínica para trabajar algunos casos de hiperactividad, ya que son formas de círculos concéntricos casi hipnóticos que ayudan a los menores a centrarse en una tarea concreta.
Al focalizarse y tener activa una función en su mente, se relajan. “Pese a que no es una actividad que se circunscriba solo a los niños, la actividad constante que supone colorear estas composiciones, independientemente de la edad, ayuda a alcanzar armonía y conexión mental con uno mismo, a través de una actividad constante”, explica la psicóloga Amaya Terrón.
Aunque pintar mandalas precisa paciencia y concentración, es una tarea al alcance de cualquiera y, una vez terminadas, la sensación es de armonía personal y de sensación placentera. “Es una labor que relaja y ayuda a que surja la creatividad y el autodescubrimiento. A veces, se utilizan como medio de llegar a una meditación profunda, ya que puede bajar la tensión arterial y la frecuencia cardiaca y respiratoria”, añade esta experta.
En estos test se evalúa tanto el contenido del dibujo como el trazo, la organización y la distribución y el color. Y se interpretan tanto como rasgos de personalidad como estados en los que se encuentra una persona.
Por ejemplo, en niños, se usan mucho el test del árbol, el de la figura humana y el de la casa, para que expresen mediante dibujos lo que no pueden hacer en palabras.
«Ayudan a averiguar si una persona está estresada —cuando realiza trazos bruscos, fuertes, rápidos o profundos— o deprimida —los dibujos monocromáticos suelen ser una señal—; ayudan a reconocer una situación que puede llegar a perturbar en ese momento o su estado en general», narra la especialista.