Impacto de los cigarrillos en las playas y la salud
Los datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya no sorprenden: cada año se desechan millones de kilogramos de colillas no biodegradables. Según la ONG Ocean Conservancy, las colillas de los cigarrillos son la principal fuente de desecho encontradas en océanos, por encima de envoltorios, botellas, tapones y bolsas de plástico.
Sin embargo, no es tan extendido el impacto del humo del tabaco en aquellas personas que no fuman, las denominadas fumadoras pasivas. El consumo de tabaco es la primera causa de muerte prevenible, ya que es el culpable de alrededor del 30 % de todos los casos de cáncer. Y no solo afecta a quienes fuman, sino también a las personas que están a su alrededor.
De hecho, casi el 72 % de los niños y niñas menores de 12 años están expuestos al humo del tabaco, de los cuales el 43 % lo están en espacios públicos. Además, cada año en todo el mundo, más de ocho millones de personas fallecen a causa del tabaco. De ellas, 7 millones lo hacen por consumo directo y alrededor de un millón no ha encendido un cigarro nunca.
Cómo proteger a las personas que no fuman
En los últimos años, tratando de frenar esta realidad, se han puesto en marcha iniciativas que persiguen proteger a las personas no fumadoras, en especial a la población infantil, de los efectos perjudiciales del humo ambiental del tabaco.
En la actualidad existen cerca de 550 playas libres del humo del tabaco en España. ¿Esto que significa? Que son playas en las que no está permitido fumar.
Además, ¿sabías que tampoco se puede fumar en los parques infantiles o en los accesos y zonas circundantes de los centros educativos y sanitarios (además de en interiores), entre otros espacios al aire libre?
Espacios sin humo
Desde la Asociación Contra el Cáncer queremos garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades de prevenir el cáncer. Por ello, queremos contribuir a generar entornos saludables, que nos ayuden a poner freno al impacto del tabaco, en especial sobre la población menor de edad.
Para ello, nuestro principal objetivo es cambiar el actual marco normativo para lograr que la primera generación libre de tabaco sea una realidad en 2030. Para conseguirlo, reclamamos una ampliación de la ley antitabaco que contemple más espacios públicos libres de humo de convivencia común, sobre todo en donde haya menores.
¿Por qué en los lugares donde están las personas más jóvenes? Porque en lo relativo a la exposición del humo del tabaco hay que tener en cuenta que existe quien puede elegir exponerse y quien no tiene esa posibilidad, como es el caso de la población infantil. Además, sabemos que el 100 % de los espacios públicos donde hay niñas y niños existen restos de humo de tabaco:
- 95,1 % de las terrazas
- 78,2 % de las entradas de los locales de hostelería
- 46 % de los accesos a los centros escolares
- 43 % de los parques infantiles
También hay que tener en cuenta que la exposición al humo normaliza el consumo de tabaco entre la población más joven, además de multiplicar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en edad adulta.