Nos lavamos las manos después de un viaje en metro y, por supuesto, al salir del baño. No estaría de más seguir esa costumbre después de conducir. ¿Por qué? El volante del coche acumula dos veces más suciedad y bacterias que los botones de un ascensor ¡Y hasta cuatro más que un retrete público! Así lo asegura un estudio americano, que además incide en la importancia de limpiar el interior del vehículo con regularidad. En este artículo indicamos por qué, cómo y cuándo hacerlo.
El interior del coche, un lugar lleno de bacterias
Los coches están llenos de bacterias. Incluso en uno recién comprado «se combinan más de 200 sustancias entre productos químicos, cauchos y tejidos«, señala Isaac Campos, del comparador web Tallerator. Los fabricantes están constantemente investigando para crear materiales lo menos perjudiciales posibles, pero hay estudios independientes que ponen en alerta a los usuarios, «al afirmar que hay sustancias no permitidas por ley (en este caso, las marcas deben cumplir la directiva 2004/42/CE), y las dañinas pueden llegar a un centenar», asegura Campos. A todas estas sustancias se suma lo que nosotros mismos vamos dejando por el uso, pues el cuerpo humano es una fuente increíble de elementos «contaminantes» (90 trillones de bacterias viven en nuestro organismo).
El automóvil está, además, lleno de ácaros y esporas de moho, «dos elementos que se acumulan especialmente en el interior del coche debido a la suciedad y la falta de limpieza», explica el experto. Los datos lo demuestran: en un experimento, un redactor de la revista Auto Bild encontró 27,7 gramos de polvo por m2 de tapicería tras analizar una sola tira adhesiva. Estas cifras se completan con las del estudio de CarRental que asegura que el volante acumula dos veces más suciedad y bacterias que los botones de un ascensor y cuatro más que un baño público.
¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar el interior de un coche?
¿Todos los meses? ¿Cada 15 días? ¿Una vez a la semana? ¿Cuál es el intervalo de tiempo perfecto para limpiar el coche por dentro? Para mantenerlo en buen estado de conservación e higiene, «lo ideal es reservar un poco de tiempo cada semana para pasar el aspirador y limpiar alfombrillas, salpicadero, etc.», apunta el especialista, quien añade que si lo utilizamos por caminos o llevamos animales, es obligado pasar el aspirador.
Si limpiamos el interior del coche cada semana, bastará con hacer una limpieza en profundidad al año
Si lo hacemos de este modo, bastará con realizar una limpieza en profundidad una vez al año, por ejemplo, al terminar las vacaciones de verano. Y conviene que este repaso más a fondo lo dejemos en manos de profesionales expertos, «pues elementos como los carriles de los asientos o los muelles del portón llevan grasa que no debemos eliminar. También disponen de herramientas profesionales para la limpieza de las salidas de aire», aclara.
Una cuestión importante es, además, cambiar el filtro del habitáculo una vez al año o cada 30.000 kilómetros como máximo. Este elemento impide que partículas nocivas suspendidas en el aire exterior entren en el interior del automóvil, en especial agentes alérgenos: polen, partículas, gases, bacterias, ozono, compuestos de hidrocarburos, el azufre y el nitrógeno.
Y, sobre todo si hemos dejado el coche al sol, es muy efectivo «bajar las ventanillas y abrir las puertas un par de minutos antes de ponernos al volante», explica Campos.
Imagen: jarmoluk
Cómo limpiar (bien) un coche por dentro
Agua, jabón, cepillos, limpiadores específicos de salpicaderos, piel y tapicerías, toallas y trapos, un pequeño aspirador… e incluso un pincel para limpiar huecos y rincones determinados. Con todo ello, podemos ponernos manos a la obra y dejar el interior del turismo libre de suciedad ¡y de gérmenes! tal y como hacemos con la casa, pues debemos mentalizarnos de que el coche es «como una vivienda en miniatura: tiene cristales, plásticos, alfombrillas, tejidos…», señalan desde Tallerator.
- Ante todo, hay que planificarse y seguir un primer consejo: es mejor limpiar antes las zonas superiores y terminar por las inferiores, para no volver a ensuciar lo que ya está limpio. Y, también, lavar del maletero hacia adelante.
Despejar el interior de todo objeto superfluo: gafas, botellitas, monedas…
Sacar las alfombrillas, sacudirlas y pasar un cepillo, aspirarlas, limpiar las manchas y dejarlas secar a la sombra.
Hacer un cepillado por la tapicería y, después, pasar el aspirador. Además, si hay que limpiarla, debemos utilizar productos específicos, dependiendo de si es de tela o de cuero.
Pasar un trapo por las puertas y sus marcos.
Limpiar el salpicadero: se llena mucho de polvo o hasta comida y se decolora o agrieta con facilidad por la acción del sol, por lo que es importante hidratarlo. Por eso hay que pasar un trapo por todo el salpicadero sin olvidarse del espacio de los relojes y la consola central.
Volante y palanca de cambios son dos de las zonas que más se tocan al conducir: continuamente se cambia de marcha y se sujeta el volante para guiar el vehículo. Con un trapo y una solución jabonosa toca limpiar y después secar. En los cinturones de seguridad y tiradores de las puertas también se concentra mucha suciedad, por lo que hay que hacer lo mismo.
Cristales y espejo retrovisor: por limpieza y seguridad, las lunas y espejos deben estar limpios, tanto por dentro como por fuera, para evitar reflejos. Podemos utilizar el limpiacristales de casa.
Pedales: pasar un cepillo y frotar con un producto limpiador. Suelen estar muy sucios, ya que en ellos apoyamos la zona del zapato que más en contacto está con el suelo.
También podemos limpiar el coche siguiendo las indicaciones de este vídeo:
A veces es inevitable comer dentro del vehículo, por lo que se ensucia y se llena de olores. Si nada más hacerlo lo limpiamos, se mantendrá en perfecto estado.
Otra cosa es el tabaco. Desde Tallerator exponen que “fumar dentro del coche es un error, ya que afecta mucho a la suciedad e higiene”. Hay que tener muy en cuenta que el olor a tabaco es uno de los que más se adhieren y es una de las acciones que más se notan con el tiempo.