Prestigiosos científicos reclaman a través de la revista «Nature» medios para mitigar la amenaza de una pandemia de gripe aviar

Alertan del riesgo de que la próxima gran epidemia de gripe tenga su origen en una variante del virus que se transmita entre humanos
Por EROSKI Consumer 27 de mayo de 2005

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la gripe aviar «la más seria amenaza sanitaria a la que se enfrenta el mundo». Por ello, las páginas de la revista «Nature» se han hecho eco de las opiniones al respecto de destacados científicos, que coinciden al alertar del riesgo de que la próxima pandemia de gripe tenga su origen en una variante del virus de la gripe del pollo que se transmita entre humanos, mate a decenas de millones de personas y provoque un desastre económico mundial.

Los expertos también están de acuerdo en que no puede decirse cuándo estallará la crisis, creen que tarde o temprano ocurrirá y que es el momento de poner los medios para minimizar el impacto del brote. «Una pandemia de gripe podría hacer que enfermara el 20% de la población mundial, que cerca de 30 millones de personas tuvieran que ser hospitalizadas y que una cuarta parte de ellas muriera», indican Ron Foucher, Thijs Kuiken, Guus Rimmelzwann y Albert Osterhauss, del Centro Médico Erasmus de Rotterdam.

Y estas estimaciones son las más optimistas. Los 97 casos humanos de gripe aviar confirmados en laboratorio se han saldado con 53 muertes, lo que supone una mortalidad de más del 50%. Así que, con un 20% de la población mundial afectada, podrían fallecer cientos de millones de personas.

Vacunación

Michael T. Osterholm, de la Universidad de Minnesota, considera que «la vacunación es el arma clave para combatir la próxima pandemia». Cada año la gripe mata a 1,5 millones de personas y se distribuyen entre 250 y 300 millones de vacunas en una docena de países desarrollados, lo que quiere decir que sólo se protege contra ella al 5% de la población mundial, unos 6.500 millones de seres humanos. La tecnología de producción de vacunas casi no ha variado desde los años 50 del siglo pasado y hace que la fabricación de dosis resulte siempre insuficiente en caso de pandemia.

Con estos sistemas serían necesarios seis meses de producción para vacunar sólo al 14% de la población, advierte Osterholm, para quien los recursos médicos son tan poco adecuados hoy como lo fueron en 1918 para combatir la gripe española, que mató a más de 20 millones de personas. Un nuevo tipo de vacuna contra la gripe, que pudiera fabricarse en mucho menos tiempo, según el científico, reduciría el impacto económico de una crisis que no se evitará cerrando fronteras.

Una pandemia exigiría hospitalizaciones masivas y pondría a prueba los sistemas sanitarios de los países afectados. Robert Webster y Diane Hulse, del hospital Infantil San Judas, de Memphis (Tennessee), proponen la investigación en mejores vacunas, pero para pollos, para atajar el mal en su origen.

Anthony Fauci, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., dice que, «a diferencia de la situación previa a otras pandemias de gripe, ahora disponemos del conocimiento y la tecnología para desarrollar contramedidas», pero es vital la colaboración entre gobiernos e instituciones. Y «Nature», que lleva el tema en portada, augura en su editorial que, «a menos que la comunidad internacional haga algo para mitigar la amenaza de esta pandemia, probablemente lo pagaremos caro dentro de pocos años».

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