La vida en pareja no es una eterna luna de miel. Los problemas de cada uno, las dificultades en la comunicación o la pérdida del deseo sexual pueden complicar la relación. A pesar de que muchos se quieren, no basta con el amor, aunque sea necesario. La relación de pareja obliga a trabajar su vínculo cada día. Y cuando llegan los problemas, hay que preguntar y empatizar con la otra parte e intentar compatibilizar las necesidades de ambos, sin olvidar uno de los bálsamos que mejor funciona para mitigarlos: el sentido del humor. A continuación se explica cómo manejar los conflictos de pareja.
Con la situación de crisis actual, aunque muchas parejas prefieran seguir unidas y compartir gastos domésticos -como las hipotecas- antes que iniciar una nueva vida por separado, la tendencia es evidente: el vínculo de unión parece cada vez más débil. Antes de la Ley del Divorcio (1981), muchas parejas se veían obligadas a seguir juntas. Hoy, en cambio, no hay una presión social tan fuerte para mantener una relación que no marcha. Por tanto, ya sea porque han dejado de quererse o porque, aunque hay amor, no hay entendimiento, la posibilidad de romper la unión obliga a las parejas a trabajar su vínculo cada día.
La pareja: ¿qué se busca en el compañero?
Las principales amenazas para la relación son la rutina y las tentaciones de infidelidad mal canalizadasSegún una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los principales factores en los que se fijan los españoles para elegir pareja son el carácter, el físico y la forma de ver la vida. Y, precisamente, los tres pilares que Arantxa Coca, terapeuta de pareja, considera fundamentales para mantener una relación saludable tienen que ver con los citados factores: «uno de ellos sería la pasión, es decir, la atracción física y sexual».
Relacionados con el carácter y la forma de ver la vida, los otros dos pilares sobre los que debe sustentarse una unión son la amistad, basada en la complicidad, el respeto, la admiración y la cooperación; y el compromiso, es decir, el contrato de la relación, los acuerdos a los que se lleguen.
La relación de pareja y sus principales amenazas
Pero unos buenos pilares no evitan que puedan ocurrir contrariedades. ¿Cuáles son las principales amenazas que se deben combatir? Según Coca, una amenaza es el agotamiento del otro, provocado por la rutina, la falta de ganas de probar cosas diferentes y las tentaciones de infidelidad mal canalizadas. La infidelidad es una de las principales causas de ruptura. Otro de los peligros es la pérdida de deseo sexual hacia la pareja. Asimismo, la incompatibilidad para llegar a acuerdos, como el lugar de residencia, qué se hace en el tiempo libre… puede ser otra importante fuente de problemas, según expone la terapeuta.
Tampoco hay que olvidar que los conflictos en una relación no se deben solo a problemas de comunicación o falta de acuerdos entre ambos miembros de la pareja. Una persona puede aportar a la relación sus problemas personales, como la inseguridad, celos patológicos, baja tolerancia a la frustración… En muchas ocasiones, los cambios pueden suponer una amenaza para la estabilidad de la unión. La llegada de un hijo, aunque sea deseado, implica que la pareja se relacione con una tercera persona que, durante sus primeros años de vida, va a necesitar mucha dedicación. Este cambio puede ser una auténtica prueba de fuego para el vínculo.
Cómo manejar los conflictos de pareja
Aprender a manejar los conflictos es fundamental para que la relación sea exitosaCuando surgen los conflictos se pone a prueba la fortaleza del vínculo de la relación. Aprender a manejarlos es, por tanto, un aspecto fundamental para que la unión sea exitosa. Para Coca, cuando estalla el problema es aconsejable abordarlo de frente, ya que muchas veces es la mejor opción para no tener discusiones demasiado fuertes. Además, hay que dejar de lado las faltas de respeto verbales y sacar trapos sucios del pasado. Cuando se discute, es habitual que las dos partes se «enroquen» en sus respectivas posiciones. Para evitar esta distancia, la especialista recomienda preguntar al otro qué necesita e intentar empatizar con sus necesidades, para ver de qué manera se pueden compatibilizar las de ambos. Sin olvidar uno de los bálsamos que mejor funciona para atenuar los conflictos: el sentido del humor.
La relación de pareja y la fórmula del amor
Así las cosas, la relación parece que es, muchas veces, un precario equilibrio entre dos personas, una historia de encuentros y desencuentros, de buenos y malos momentos. Arantxa Coca resume en una fórmula del amor los principales consejos para que una pareja disfrute. «Las 3P, es decir, permiso para la privacidad, permiso para no estar siempre disponible y permiso para ser diferente. Las 3O, las tres obligaciones: dos espacios semanales para la pareja marcados en la agenda, hacerse cargo de lo que no funciona en uno mismo y no acumular resentimientos».
¿Y la C? «Las caricias: verbales (apoyo moral, dar las gracias, pedir perdón), físicas (un simple roce de manos hasta el sexo) y conductuales (detalles y regalos)», puntualiza.
Una buena comunicación entre los miembros de la pareja es imprescindible para lograr el éxito en la relación. Arantxa Coca da algunos consejos para mejorarla:
- Conocer las necesidades del otro, respetarlas cuando no son comunes y, de vez en cuando, ayudar a que se cubran.
- Conocer los tiempos de diálogo del otro: uno puede ser mucho o poco hablador o puede tener facilidad o dificultades para expresar sus sentimientos. Por tanto, no hay que forzar, sino respetar esa manera de ser en la comunicación.
- No dar por entendido algo, mejor decirlo aunque pueda ser obvio: “te quiero”, “me preocupa tal cosa”, etc.
- El miedo a la reacción del otro no debe favorecer la falta de comunicación: ser sincero a pesar del posible “dolor” del otro. Mejor una mala verdad que una verdad oculta.
- Comunicar para informar y compartir con el otro, no para educarle.