No debes esperar a que se le caiga el primer diente o a su primera visita al odontopediatra (se recomienda en torno a su primer cumpleaños) para cuidar de los dientes de leche de tu hijo. Una mala salud en estas piezas, además de que puede ocasionar infecciones, produce mucho dolor e incluso podría generar su pérdida. A las recomendaciones actuales sobre los dientes de leche que hacen expertos en odontopediatría, añadimos otras en las siguientes líneas para evitar las caries en estos dientes, porque sí, también desde bien pequeños, en concreto, desde que inician la alimentación complementaria, es posible que sufran este problema bucodental.
¿Se pueden tener caries en los dientes de leche?
La caries es la destrucción de los tejidos duros del diente (esmalte y dentina), producida por determinadas bacterias, que transforman los azúcares en ácido. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 530 millones de niños en el mundo tienen caries de leche. Antes se llamaban “caries de biberón”, incluso aunque no tomaran biberón. Se asociaba a la leche con cereales que los pequeños tomaban a través de tetina, pero se comprobó que aquellos que ingerían leche materna (aunque es cierto que en menor medida) también las sufrían. Ahora son conocidas como “caries de primera infancia severa” (CPI-S).
Las lesiones de caries se inician con una desmineralización que podemos observar en forma de una mancha blanca mate, que no brilla. Es la primera fase de la caries, y ocurre antes de romperse el esmalte y de que aparezca el agujero. Esta es la única fase en la que podemos revertir la situación, ya que recibir fluoruro en consulta al inicio del proceso puede ayudar a frenar el avance de la caries: fortalece el esmalte y evita la formación de ácidos que desgastan el diente.
¿Por qué salen caries en los dientes de leche?
“¡Cómo va a tener caries mi pequeño si no prueba las chuches!”. Esta frase no resulta anecdótica para los odontopediatras. Es lo primero que exclaman los padres y las madres cuando los especialistas les anuncian el avistamiento de caries en la boca de su hijo.
“La principal causa de la caries es la sacarosa (tiene un alto poder cariógeno, ya que proporciona a las bacterias los medios necesarios para fabricar sustancias que les sirvan para adherirse a la placa) y el problema es que ese azúcar se encuentra de forma oculta en muchos alimentos, sobre todo infantiles (en los cereales de desayuno, leches y yogures de crecimiento, potitos de fruta, pizzas precocinadas, kétchup, pan blanco de molde…)”, recuerda la odontopediatra Cristina Marès.
Imagen: Luz Fuertes
¿La lactancia materna produce caries?
La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé y que por sí sola no produce caries (es más, la previene, ya que la leche materna tiene enzimas e inmunoglobinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen la caries). Sin embargo, la escasa o nula higiene que haya después de las tomas cuando el niño ya ha comenzado con la alimentación complementaria sí que puede hacerlo.
Según la Sociedad Española de Odontopediatría y la OMS, la lactancia materna a demanda y prolongada más allá de los 2 años puede ser un factor de riesgo. “Pero en esos casos las recomendaciones no son retirar la lactancia, sino potenciar los factores protectores como evitar los azúcares ocultos (sacarosa) en la dieta y un cepillado efectivo con pasta dental fluorada con 1.000 ppm de flúor”, recuerda Marès.
A partir de los 6 meses los bebés ya no solamente toman leche, tienen más dientes y una alimentación variada. Son los otros alimentos que ingiere el niño durante el día, en especial los que llevan azúcares ocultos, los que generan caries en los lactantes. También influye la mala higiene, sobre todo cuando el pequeño aún hace tomas nocturnas a demanda, ya que a esas horas es más complicado ponerse a lavarle los dientes. Por ello, la Sociedad Española de Odontopediatría recomienda “realizar la limpieza dental inmediatamente después de cada comida e ir dejando espacio entre tomas para que los dientes tengan tiempo de recuperarse de los ataques ácidos que se producen con cada ingesta de alimentos”.
Bajo el mismo punto de vista, se aconseja disminuir las tomas nocturnas a partir del año de edad. La cantidad de saliva que fabricamos disminuye por la noche y esta juega un papel muy importante contra la caries porque regula el pH de la boca, creando el ambiente óptimo para luchar contra las bacterias. Si el niño come a demanda, no le damos tiempo a la saliva a hacer su trabajo, por lo que el riesgo de caries se incrementa. Pero es una cuestión de hábitos. Si la madre es consciente de todos estos factores, la lactancia a demanda y nocturna puede seguir perfectamente, si después de cada toma se lavan inmediatamente los dientes y se controlan los azúcares de la dieta.
Consecuencias de tener caries en los dientes de leche
En España, un 31 % de los niños menores de 6 años también padecen caries, y mucha culpa de ello proviene de la idea arraigada en muchos progenitores de que estas piezas dañadas terminarán siendo sustituidas por las definitivas, por lo que no se les da demasiada importancia y se dejan sin tratar. Un gran error. “Para empezar, porque una caries en un diente de leche puede producir el mismo dolor que en uno permanente. ¿Quién quiere que su hijo sufra esta molestia?”, se pregunta la odontóloga Cristina Marès.
Las caries en dientes temporales hay que tratarlas cuanto antes, porque progresan más deprisa y tienen peores secuelas. “De no hacerlo, el proceso infeccioso puede alcanzar la pulpa (el nervio del diente), lo que puede producir gran dolor e incluso un absceso (flemón), y degenerar en la pérdida del diente, afectar a los permanentes que se encuentran debajo (pueden salir con manchas y malformaciones) y, en los casos más severos, la infección podría extenderse por el organismo. Por otra parte, es importante evitar la pérdida de los dientes de leche para que el niño pueda masticar y hablar bien, además de por motivos estéticos, ya que también puede afectar a su autoestima”, recuerda la doctora Blanca Loscertales, miembro del Colegio de Dentistas de Sevilla.
Soluciones y tratamiento
Para tratar las caries en dientes temporales hay diferentes técnicas en función de la lesión. Algunas menos invasivas, como un simple sellado si se trata a tiempo, y otras más complejas, como una pulpotomía (parecido a la endodoncia en adultos) o incluso la extracción.