Un paciente de Gandía (Valencia) se ha convertido en el primer infectado autóctono en España por el virus chikungunya. Se trata de un virus tropical llegado a través del mosquito tigre, que transmite la fiebre o enfermedad chikungunya (chikunguña) al alimentarse de la sangre de personas infectadas. Esta infección es originaria de algunas zonas de África y Asia, en donde aparece sobre todo en las épocas de lluvia. El virus se encontró por primera vez en Tanzania y Uganda en 1953. A continuación se explica qué síntomas tiene el chikungunya, cuáles pueden ser sus consecuencias y cómo prevenirlo, ya que no existe una vacuna específica.
Síntomas del chikungunya: similares a los de una gripe
Fiebre, dolores musculares… es probable que algunos casos de chikungunya se confundan con una gripe. La enfermedad suele empezar de esta forma, con fiebre alta que puede aparecer de forma súbita y que se acompaña de dolores musculares y cefalea. También son muy frecuentes los dolores en las articulaciones de las piernas, que pueden ser fuertes y debilitantes. En algunos casos, además, se acompaña de una erupción cutánea en forma de manchas y pequeños habones. Las náuseas y vómitos, así como la conjuntivitis, no son infrecuentes.
A pesar de que no es una infección especialmente grave, en algunos casos pueden producirse complicaciones entre las que se encuentran hemorragias, afectaciones oculares más importantes y problemas del sistema nervioso en forma de meningoencefalitis, entre otros. También puede verse afectado el corazón, el riñón y el hígado. Los casos fatales son raros y suelen darse en bebés, personas de edad avanzada o bien en pacientes que sufren otras enfermedades.
Los síntomas de la fiebre o enfermedad chikungunya aparecen en los primeros días después de la picadura y pueden durar entre una y tres semanas. A veces, la afección puede pasar inadvertida y confundirse con un cuadro gripal, ya que en algunos casos los síntomas pueden ser leves. No es raro que algunos pacientes presenten recaídas de los dolores articulares en los meses siguientes, que incluso pueden hacerse crónicos.
Al igual que en muchas enfermedades producidas por virus, no hay un tratamiento efectivo específico y la clínica se resuelve de forma espontánea, con la ayuda de analgésicos para mejorar la fiebre y los dolores articulares. Los antiinflamatorios pueden ser útiles para mejorar la afectación de las articulaciones, aunque no es recomendable el uso de aspirina. Lo que sí se aconseja es reposo y tomar abundantes líquidos, sobre todo mientras dure la fiebre alta. Como tampoco hay una vacuna contra el chikungunya, la mejor prevención es la lucha contra el mosquito tigre a fin de evitar picaduras.
La enfermedad chikungunya ha llegado para quedarse
El chikungunya no es una enfermedad nueva en Europa ni en España. Cada año se producen nuevos contagios. En 2014, por ejemplo, se notificaron 266 pacientes. En Europa también se han registrado casos importados en Alemania, Reino Unido, Bélgica, República Checa, Noruega, Francia e Italia.
La noticia es que, en este caso, la infección se ha contraído en nuestro país, mientras que el resto de los pacientes se habían contagiado en otros países, enfermando cuando llegaron a España. ¿Por qué se ha llegado a este punto? Lo que probablemente ha ocurrido es que un mosquito tigre ha picado dentro de nuestras fronteras a una persona que había enfermado en otro país. Al entrar en contacto con esta sangre infectada, este mosquito se ha convertido en portador, transmitiendo el virus a este paciente de Gandía.
¿Significa esto que puede haber otros casos similares? Es posible, ya que el mosquito tigre cada vez es más habitual entre nosotros. Este insecto es lo que se llama vector de una enfermedad; es decir, el que facilita que el virus se transmita de una persona a otra. En realidad, los humanos somos el principal reservorio del virus, y la mayoría de infecciones se transmiten por este mecanismo. No se produce el contagio entre personas, salvo los raros y graves casos en que puede transmitirse de la madre al recién nacido durante el parto.
En los últimos años se viene observando un incremento en los casos de nuevas enfermedades infecciosas o bien de otras que ya se consideraban controladas, como en el caso del sarampión. Las producidas por virus son las más frecuentes y las que acostumbran a ser causa de brotes epidémicos, como las infecciones ocasionadas por el virus de la gripe o el virus del Ébola.
Combatir el mosquito tigre, la mejor arma preventiva
El mosquito tigre llegó hace 10 años. Aunque no se ha llegado a confirmar, al parecer vino procedente del sudeste asiático, alojado en unos neumáticos usados en los que habría huevos de mosquito. Una temperatura cálida y un nivel de lluvias aceptable habrían propiciado que el mosquito se instalara en toda la zona del Mediterráneo, que es la más afectada.
Las larvas se reproducen en aguas estancadas y, por este motivo, es muy importante el mantenimiento de piscinas y balsas, así como evitar el agua de charcos, desagües, etc. cerca de las viviendas. El mosquito suele picar de día y al aire libre, pero parece que se está empezando a adaptar a los interiores de las casas. Dado que no le gustan las temperaturas bajas, el aire acondicionado los ahuyenta. Para reducir el riesgo de picaduras se recomienda vestir prendas de manga larga, así como usar mosquiteras y repelentes. Con el fin de evitar que el chikungunya pueda transmitirse, las personas infectadas deben tomar precauciones para impedir nuevas picaduras de mosquitos durante los primeros días de la enfermedad.